El liceo de Oviedo, una obra millonaria que se cae a pedazos

El liceo de Oviedo, una obra millonaria que se cae a pedazos

Oviedo. Pedernales
El liceo Elizardo Sánchez Arache fue construido en 2010 con una inversión de RD$60 millones, pero los vicios de construcción son tan graves que no soportaría un temblor de tierra de 1.5 grados en la escala de Ritcher, según el informe técnico de la Comisión Evaluadora del Ministerio de Educación.

La obra presenta grietas en sus paredes, desprendimiento del techo, columnas y pisos, lo que pondría en peligro la vida de estudiantes, maestros y personal administrativo, de acuerdo con las explicaciones de Julio Ernesto Terrero, director del centro escolar, quien destacó que en ese informe se plantea que esa infraestructura no puede reconstruirse.
En el transcurso de ocho años su deterioro ha sido progresivo, lo que se evidencia en las verjas de metal, las varillas que sostienen algunas columnas y las puertas.

Ante la fragilidad que presenta la edificación, construida por el ingeniero Johnny Batista, la referida Comisión Evaluadora recomendó el traslado de los estudiantes y los docentes a otra escuela para evitar una desgracia. El plantel se utilizó durante el año escolar 2011-2012.

“Se comprobó mediante un estudio realizado a la estructura que el edificio no tenía varillas suficientes, poco cemento, que la tierra con la que fue construido era inapropiada. Además de que se utilizó agua salada”, explicó Terrero.

Las diferentes comisiones técnicas que han pasado por el centro, conocido también como liceo Bohechío, solo van dejando en los moradores del municipio la esperanza de que algún día las autoridades se acordarán de la suerte de 358 estudiantes que ahora reciben docencia en la Escuela Básica Gastón Fernando Deligne.

Hoy los 1,000 metros de terreno de la escuela sirven de espacio para que la maleza y todo tipo de plantas y arbustos crezcan libremente. Además de gallinas y abejas, allí abundan vacas y caballos, que son llevados por sus propietarios para alimentarse de las hierbas que crecen.
“Jaulas de pollos”. Para enfrentar el problema, al lado de la escuela el Ministerio de Educación dispuso la construcción de cuatro pabellones levantados con cartón piedra y zinc, que acogieron por un tiempo a los alumnos y maestros.
Pero también estos terminaron destruyéndose por la mala calidad de los materiales.
Las “jaulas de pollos”, como denominaron aquellas casetas los estudiantes del liceo, solo duraron un año en buen estado.
El zinc se oxidó y el cartón piedra no resistió los embates de las lluvias y al final terminaron por desplomarse gran parte de sus paredes.
Sandy Matos, estudiante del nivel secundario, explicó a reporteros de HOY que “en aquellos pabellones el calor era tan intenso que parecíamos pollos mojados”.

Exigen un nuevo liceo. Las quejas se escuchan por doquier, estudiantes, padres y docentes reclaman la construcción urgente de otro liceo.
“Desde que yo estoy en primero escucho que tienen la intención de reparar el liceo, pero nunca lo arreglan, así que yo me resigné”, comentó Matos un poco desconcertada.
Ana Grisel, madre de dos estudiantes, afirmó que “los muchachos tienen que caminar un kilómetro para llegar a la otra escuela, se van a las 2:00 de la tarde con ese sol tan caliente, y regresan a las 8:00 de la noche con el peligro de que algo les pase en el camino”.
Los moradores del sector Villa Progreso, ubicado frente al centro educativo, también se quejaron de la poca atención recibida por parte de las autoridades.

“A la mafugue”. El señor Alardo Pérez, quien ha sido el vigilante del liceo Bohechío desde su fundación, dijo que la obra fue hecha “a la mafugue”, que entre los pedernalenses quiere decir mal y a la carrera.
Indicó que las puertas, inodoros, lavamanos, pizarras y sillas fueron cargados del lugar por desaprensivos, y los pocos enseres que sobrevivieron a las filtraciones, a la humedad y los saqueadores están guardados y vigilados.
En cuanto al deterioro de los pabellones dijo que “los ingenieros no se percataron que al cartón piedra no resiste este clima tan caliente y variado, desde que les cae agua se daña, por eso las casetas no duraron nada, después que las construyeron seguido se dañaron”, precisó el vigilante.
Las incomodidades. Desde el 2012 todo el personal del liceo tuvo que ser trasladado a la escuela básica Gastón Fernández Deligne, donde han tenido que reducir dos horas a la tanda extendida.
La directora de la escuela, María del Rosario, se quejó de que sus estudiantes no reciben las horas completas de clases, como indica el nuevo currículo educativo.
Mientras que el director del liceo expresó la incomodidad que es para los alumnos y los profesores realizar sus labores.
Indicó que los 358 estudiantes de secundaria reciben docencia en condiciones precarias, con dos sesiones en una.
“Ambas escuelas están en el programa de Jornada Extendida, pero ninguno de los centros puede cumplir con el horario”, expresó Terrero.
Hizo un llamado al ministro de Educación, Andrés Navarro, para que ordene la construcción de un nuevo liceo para la comunidad.

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