El Liceo Estados Unidos de América a punto de colapsar

El Liceo Estados Unidos de América  a punto de colapsar

Encontrarse próximo a la sede del Gobierno de la República Dominicana no ha impedido que el Liceo Estados Unidos de América se haya deteriorado al punto de que los estudiantes, maestros y personal administrativo temen que la edificación se desplome en cualquier momento.
Las filtraciones de agua, especialmente en temporadas de lluvias, han comenzado a dañar la infraestructura de la escuela. Las paredes, techos y suelos se han agrietado, poniendo en peligro la vida del personal.
Cuando llueve la situación es caótica, los estudiantes deben correr a buscar cubos para colocarlos debajo de las grandes goteras que caen en todas las aulas del plantel, tal como lo manifestó el profesor Daniel de los Santos.
El personal docente aprovechó las 48 horas de paro convocado por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) para protestar contra la actual gestión administrativa de Educación.
“Es vergonzoso que una escuela frente al Palacio Nacional se encuentre en estas condiciones”, manifestó De los Santos.

Se enferman. Las ausencias en este centro educativo son muy comunes.
“Los alumnos pasan todo el año enfermos, no salen de un proceso gripal”, indicó Rosalía Terrero, profesora del centro.
Asma, problemas respiratorios, gripe, inflamación de garganta y salpullidos en la piel son solo algunas de las enfermedades que padecen los estudiantes del Liceo Estados Unidos de América, a consecuencia del moho, los ácaros, los hongos y las bacterias que crecen en las paredes.
Los profesores esperan que la difícil situación mejore, ya que provoca que los estudiantes se atrasen en las clases.
Un río. Cuando llueve es necesario brincar los enormes “charcos de agua” que se hacen en la entrada para poder ingresar a la escuela, según expresó Terrero.
“No ha valido denunciar la terrible situación que estamos pasando en esta escuela; las autoridades no nos hacen caso”, sostuvo.
No tienen libros. La biblioteca se ha convertido en el lugar predilecto para las termitas, comején y polillas, entre otros insectos, que con el paso del tiempo se han comidos los libros.
Los pocos libros que quedaron se dañaron por la humedad.
En la misma situación está el centro de informática, cerrado desde hace dos años para reparar las computadoras.

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