Cuando se piensa en el tono dorado en la mesa, de inmediato los pensamientos se transportan hacia la temporada navideña, bodas, aniversarios o cualquier otro tipo de fiesta que implique cierta formalidad.
Sin embargo, este color, asociado al lujo, la realeza y la elegancia, puede “acomodarse” en la mesa durante todo el año.
Si deseas llevar el “glam” a su máxima expresión, puedes atreverte a tener una mesa con “total look” dorado. Teniéndolo en la vajilla, la cubertería, la cristalería y los textiles. Para esto, debes tomar en cuenta que este color es muy luminoso y resplandeciente, por ende, es necesario que te decantes por un dorado suave y sin brillos.
Por el contrario, si te gustan las mesas ambientadas de una forma más discretas, añade esta tonalidad de forma sutil: en bajos platos, marcos de platos, borde de las copas o vasos…