El manejo de la basura nos desafía a todos

El manejo de la basura nos desafía a todos

El secretario general de la Liga Municipal Dominicana, Johnny Jones, anunció recientemente para este recién comenzado año 2018 el “Programa Dominicana Limpia”, que operará como resultado de una alianza estratégica entre el Gobierno Central, varios ministerios y por lo menos una empresa privada.
Sin dudas que la parte más importante de este programa es la campaña educativa sobre reciclaje y manejo de desperdicios que, de acuerdo al ingeniero Jones, busca cambiar toda una cultura de tirar basura para un manejo adecuado y útil de los desperdicios. Su énfasis literalmente es que “vamos a transformar a la sociedad dominicana respecto al manejo de basura”.
Hay que destacar que el manejo primario de la basura parte de nuestras propias manos. Gran parte de los desechos de alimentos que manejamos se convierten en basura después que los hemos tenido y tocado con nuestras manos. Del manejo que hacemos de la basura depende nuestra salud, la de nuestra familia y la de la población en general.
Muchos de los ciudadanos, a pesar de ser la basura un elemento tan cotidiano y presente, solo sabemos que es un desecho que manejamos y luego se tira en cualquier sitio. No sabemos deshacernos de la basura de modo que los efectos de su descomposición no se vuelvan contra nosotros mismos. Parece que no tenemos en cuenta que se trata de un asunto de salud física y mental, cuyo desconocimiento tiene graves implicaciones para todos.
Esa basura que manejamos, que manoseamos y que nos expone a tantos riesgos, nos obliga a generar un procedimiento apropiado para deshacernos de ella. Pero lamentablemente no somos capaces de darnos cuenta que cuando tenemos un objeto desechable en las manos estamos asumiendo una responsabilidad ciudadana que tiene ver con la cultura, con todo el sentir de colaboración colectiva, con la salud, con el embellecimiento y la estética del entorno, con ese sosiego mancomunado que nos hace sentir que construimos el futuro.
El manejo apropiado de la basura de parte de la ciudadanía, en colaboración con las autoridades, es un tema de valores colectivos que tiene que ver con la cohesión ciudadana. Este accionar de la cotidianidad constituye una oportunidad para el empoderamiento urbano, para alcanzar y celebrar esos logros que marcan la ruta de superación de una ciudad, de un pueblo, y que definitivamente nos hacen sentir que “todos juntos podemos”.
La limpieza urbana es un signo de salud social. Bien lo ha dicho Inés Aizpun, cuando afirma que la basura es un síntoma de una ciudad gravemente enferma que afecta a toda la nación y que revela la mala salud de la democracia en una población que vive con pocas vías de participación.
Estamos hablando de un tema de saneamiento ambiental, cuya ignorancia genera insalubridad y enfermedades como el dengue, cólera y otras epidemias. Tirar basura indiscriminadamente es una forma de violencia, de desenfado e irrespeto, de desconocimiento de la convivencia colectiva; es un gesto oprobioso, ofensivo y degradante.
La basura es un tema de debate público, y recogerla para trasladarla de lugar, no es un hecho que agota todo lo que esto implica. Quienes no sabemos qué hacer con la basura nos aprestamos a elegir autoridades para que simplemente la boten, como si todo el problema se agotara con esto.

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