El “narcomenudeo”, que implica dividir los kilos de droga para detallarlos por porciones que antes son mezcladas con otras sustancias para rendirlas, lo que eleva su toxicidad, y la proliferación de puntos de expendio, que tienden a escapar a todo control , son los principales problemas que enfrenta la Dirección Central de Antinarcóticos de la Policía (Dican).

No obstante, el director de ese organismo, coronel Carlos Valerio Fernández, indicó que han cuadriplicado los esfuerzos y que los resultados así lo indican. “No nos satisface agarrar más droga. Algún día quisiéramos no agarrar, no encontrar un punto de droga abierto, quisiéramos que sea la misma sociedad la que se empodere. El combate contra las drogas debe ser social y no meramente policial”, expresó.

Explicó que detrás del microtráfico está el “narcomenudeo”, que consiste en “cortar” los kilos de droga, es decir, ligarlos con otras sustancias para convertirlos en tres kilos y distribuirlos a las redes que alimentan los puntos.

Según Valerio Fernández, los capos controlan por zonas y a su vez tienen redes, por lo que su objetivo no es apresar a los piperos (consumidores), sino a los vendedores y de ahí pasan a los distribuidores y a esas estructuras que alimentan el microtráfico. “Hay un refrán que dice: ‘Si andas buscando un gato y encuentras un ratón, llevátelo que animales son’, no podemos dejarlo”, enfatizó.