ORLANDO. Manny Ramírez está muy entusiasmado con la idea de regresar a Boston para celebrar con los Medias Rojas y sus aficionados el décimo aniversario del histórico campeonato del 2004.
«Sí, sí. Nos mandaron la invitación, a mí y mi familia, y aceptamos. Para mí será un privilegio volver a Boston, sabiendo que no salí bien de allá. Gracias a Dios, poder asistir con mi familia será un buen testimonio», dijo Ramírez el lunes a ESPNDeportes.com desde su hogar en el área de Miami.
Los Medias Rojas planean una gran celebración el miércoles 28 de mayo antes de un partido interligas contra Atlanta en Fenway Park para recordar la barrida 4-0 contra San Luis que cortó una sequía de 86 años sin títulos para la popular franquicia de la Liga Americana.
En el evento se espera que participen casi todos los miembros del equipo, incluyendo Pedro Martínez, Jason Varitek, Tim Wakefield, Johnny Damon, Mike Timlin y Ramírez, quien fue el Jugador Más Valioso de ese clásico de otoño, tras batear .412 (17-7) con un jonrón y cuatro impulsadas.
Ramírez ha sido uno de los jugadores más importantes en vestir el uniforme de los Medias Rojas.
En ocho temporadas, el estrafalario jardinero bateó .312 con 274 jonrones y 868 impulsadas, fue electo al Juego de Estrellas cada año, colectó seis Bates de Plata ayudó a ganar las Series Mundiales del 2004 y 2007.
Pero la salida de Ramírez de Boston, en la segunda mitad de la temporada del 2008, estuvo envuelta en controversias y disputas. El auto declarado hombre nuevo — Ramírez se convirtió al cristianismo hace dos años — no tiene idea de cómo será recibido por los aficionados de los Medias Rojas. «No sé, no sé, no sé, solamente voy. Me siento bastante privilegiado de me que hayan invitado. Como pelotero que fui de Boston voy a apoyar el equipo y a mis compañeros», dijo Ramírez.
«Ya no hay nada que curar, eso es pasado. Como compañero y persona es bueno apoyar a nuestras amistades, nuestros amigos, nuestros fanáticos», agregó el toletero.
«He hablado con algunos de los muchachos sobre el evento, he hablado mucho con David [Ortiz] en los últimos días. Estoy muy contento porque nos juntaremos allá y de apoyar el equipo», dijo Ramírez, quien a días de cumplir los 42 años aún no decide retirarse formalmente del béisbol.
«Sigo entrenando, sigo bateando y cuando el señor decida abrir la puerta, entraré», dijo Ramírez, quien no ha jugado un partido en las ligas mayores desde abril del 2011, cuando fue suspendido por segunda vez por violar el programa antidopaje de las Grandes Ligas.
«No he pensado en el retiro, me siento bien, estoy en forma y sé que puedo ayudar a cualquier equipo», dijo.
«Yo seguiré trabajando, los equipos pueden decir que no me necesitan ahora y luego cambiar de idea», agregó Ramírez, uno de 26 jugadores que ha superado la barrera de los 500 jonrones en las mayores.