Luego de que el presidente Danilo Medina vetara la Ley que declaraba Loma Miranda como parque nacional, diferentes sectores de la sociedad civil, las iglesias, empresarios, políticos, entre otros, han fijado su posición frente al controversial tema.

La voces que denuncian la  traición a la patria, la amenaza a la seguridad alimentaria, biodiversidad o la genuflexión del presidente ante grupos poderosos, superan con creces las que apoyan el rechazo,  amparadas en  la defensa de la seguridad jurídica, el clima de inversión y de hasta ahora improbables sanciones en arbitrajes internacionales.

Al clamor disidente se una la voz del sacerdote Nino Ramos, abanderado de la lucha por la preservación del reservorio ubicado en la cordillera central, quien en la carta pública que transcribimos «in extenso» le recuerda a los senadores de la República y al pueblo donde reside el Poder y advierte que ha llegado la hora de darse a respetar.

«Nuestro pueblo dominicano, que en más de un 90 % está a favor de Loma Miranda Parque Nacional, ha sido vilmente engañado por  un grupo de senadores y algunos otros, que quisieron aparentar lo que no eran ni han sido nunca.

Razón parece debían tener los diputados cuando nos lo advirtieron con tanta insistencia, pero na es na, mientras haya un ALIENTO DE VIDA que fluya por nuestras fosas nasales habrá lucha en los tribunales, en el congreso, en el Palacio y, sobre todo, en las calles.

Confieso que he sido sorprendido, pues,  por el hecho de ser lo que soy, siempre doy el voto de confianza y creo en las personas, en esta ocasión  en senadores y el excelentísimo Señor Presidente de la República, pero ya hemos aprendido que en los asuntos en que se mueven papeletas no se puede creer en nadie.

Si me he animado a escribir unas líneas en estos días, es con el deseo de que puedan ser publicadas, y más aún leídas, por miles de dominicanos para recordarles a todos que ha llegado la hora de darnos a respetar.

Los senadores debieron recordar que fueron elegidos por el voto directo del pueblo y no por el voto del poder ejecutivo de turno, ni por el comité político del PLD, ahora sabemos sus nombres, ahora sabemos que provincias representan y ahora sabemos que nunca más deberán volver a representarlas.

Según nuestra Constitución, el poder real está en el pueblo, pero los jerarcas del poder lo olvidaron y tiraron por el suelo su palabra de ser nuestros representantes en lascámaras legislativas en donde debían legislar a favor del pueblo y no a favor del poder ejecutivo.

HAY COSAS QUE NO SE ENTIENDEN, cómo con una simple carta queda derogada una ley? Eso sólo se ve en estas junglas.

Razón tenía el poeta cuando dijo: “Este es un país que no merece el nombre de país, sino de féretro, hueco o sepultura” .

Ha llegado la hora de despertar, de levantarnos, de exigir lo que por derecho nos pertenece, de hacer valer nuestro poder, el poder popular. Salgamos a las calles, caminemos por ellas con nuestras frentes en alto. No nos cansemos, organicémonos, resistamos hasta la victoria, pues,  aunque el grupito de poderosos no son más que nosotros, y si ellos quieren lucha, lucha le vamos a dar».

Rev. Ramón Ramos (P.Nino Ramos) Miembro del Grupo Sacerdotal Don Hélder Cámara.