El precio de los combustibles

El precio de los combustibles

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Tranquilamente, como si no tuviera un alto costo para la sociedad, ahora dice el gobierno que se equivocó, que los nuevos impuestos afectaron negativamente la producción de cervezas y de ron. Con el arrepentimiento el Presidente Fernández no lleva comida a la mesa de los que se quedaron sin empleos, y no sólo me refiero a los despedidos en las cervecerías, en las fábricas de rón, en los negocios que las distribuyen que son muchos, también incluyo a los sin empleos en negocios de diferentes naturalezas que han quebrado por no poder pagar el precio de los combustibles más alto en la región de américa Latina.

El gobierno se mantiene hablando de competitividad pero no corrige la enorme distorsión que existe en los precios internos de los derivados del petróleo crudo, basta con compararlos con los prevalecientes en los Estados Unidos y en centroamérica para que resalte la gran diferencia. Los consumidores dominicanos pagan US$5 por galón de gasolina primium y en los países Centroamericanos el promedio es US$3.60 el galón; la gasolina regular en República Dominicana se vende a US$4.65 el galón y Centroamérica US$3.49 el galón, en cuanto al gasoil regular el precio es US$3.60 el galón y en Centroamérica US$2.75. Es decir, en promedio en República Dominicana los consumidores pagan 34% más que los centroamericanos.

Si en el costo de paridad de importación de los combustibles no existe diferencia de importancia, si básicamente son similares los márgenes de los distribuidores, transportistas y detallistas, los impuestos que cobra el gobierno dominicano es lo que motivo la desproporción en los precios. En efecto, los impuestos aumentaron 70% en los últimos tres años; en miles de millones de pesos en el 2001 el gobierno recaudó $7,511, en el 2002 $8,100, en el 2003 $8,277, en el 2004 $11,082, en el 2005 $14,617 y en el 2006 $17,000. Mientras el impuesto promedio que pagan los consumidores Centroamericanos es US$1.15 el galón, los consumidores dominicanos pagan US$1.74, un 52% más de impuesto. No se puede justificar la diferencia, los dominicanos y los centroamericanos importan crudo y derivados desde Venezuela y México, se acogen a las mismas facilidades de financiamientos; primero fue el Acuerdo de San José, luego al de Caracas y en la actualidad se llama Petrocaribe. No puede ser que, mientras los gobiernos centroamericanos se conforman con los financiamientos mencionados para aliviar el peso relativo que tiene sobre la balanza de pagos el aumento de los precios del petróleo y sus derivados a nivel internacional, motivados por el aumento en la demanda de China e India, los problemas de oferta en países productores del Medio Oriente y Africa, la reducción comprobada de reservas de petróleo a nivel mundial y por la falta de refinerias para producir la cantidad de derivados que se demanda, el gobierno de República Dominicana además se aproveche de la crisis externa para aumentar sus recaudaciones. Los datos revelan que, y a diferencia de los gobiernos centroamericanos, en el corto plazo al gobierno dominicano le ha convenindo la agudización de la crisis de los hidrocarburos a nivel internacional, mientras de Venezuela obtiene un mayor financiamiento por otra parte a los consumidores les arranca más impuestos.

Como promedio anual en el período 2000-2004 los dominicanos consumimos 47.7 millones de barriles de gasolinas, gasoil, fuel oil y gas licuado de petróleo, un consumo promedio diario de 128 mil barriles, que se redujo a 123 mil barriles al día desde que el PLD tomó el poder en el 2004. Es decir, por un lado se reduce el consumo promedio diario de combustibles y por el otro el gobierno obtiene mayor recaudación, un absurdo de política económica explicado porque el impuesto promedio aumentó más rápido que la tasa de decrecimiento del consumo. No obstante la baja en el consumo promedio diario de combustibles, el Presidente Fernández se mantiene diciendo que en promedio la economía creció 10% en los últimos dos años, a pesar de estar demostrado a nivel mundial que el crecimiento requiere de un aumento en el consumo de combustibles, lo que demuestra la inconsistencia de las estadísticas del gobierno del PLD.

Si se quiere mejorar la competitividad de las empresas y aliviar el presupuesto de las familias, no hay otro camino que reducir el precio de los combustibles, para ponerlos en línea con el promedio Centroamericano. El gobierno debería reducir sustancialmente el impuesto que aplica; si con relación al costo de paridad de importación de las gasolinas en promedio los gobiernos Centroamericanos cobran 35%, el gobierno dominicano no puede cobrar 70%. El proyecto de ley que modifica la ley de hidrocarburos No.112-00, depositado en la Cámara de Diputados por el Ingeniero Miguel Vargas Maldonado y el PRD la semana pasada, busca reducir el impuesto de las gasolinas de 70% a 30%; también asegurar que se cumpla con el subsidio al consumo familiar de gas licuado de petróleo, ya que en la actualidad en lugar de un subsidio se aplica un impuesto de RD$8.04 el galón.  El gobierno debería hacerlo suyo, porque beneficia a todos los dominicanos, bajaría el precio de la gasolina primium de RD$160 a RD$127.11; la regular de RD$149.90 a RD$121; el gasoil de RD$111 a RD$95; el cilindro de 100 libras de glp subsidiado costaría alrededor de RD$950 en lugar de RD$1,133.55.

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