Al margen de la voluntad del actual Gobierno, más temprano que tarde habrá que hacer en el régimen fiscal ajustes que nos coloquen en un plano de equidad, en el que los contribuyentes paguen en función de su capacidad real. El régimen actual propicia injusticia fiscal porque no ha sido capaz de disminuir la informalidad en la economía y esto provoca que una parte del aparato productivo soporta la mayor carga mientras otra parte, considerablemente significativa en el peso de la economía, está exenta de pago.

Una crítica del Banco Mundial al régimen fiscal dominicano está basada en que ejerce sobre los pobres y más vulnerables una fuerte carga contributiva pero no les garantiza bienes y servicios adecuados. Su recomendación es sustituir algunos impuestos indirectos por directos y liberar de gravámenes productos básicos. El régimen de exenciones vigente es otro aspecto de las debilidades que ese organismo ve en nuestro régimen fiscal.

De ahí que lograr un pacto para la reforma fiscal, que incluya una tendencia a mejorar la calidad del gasto público, ha debido ser una prioridad que permita dar solidez a las finanzas y facilite la ejecución de aspectos medulares de la Estrategia Nacional de Desarrollo. Sin estos cambios, la inequidad seguirá alimentando la elusión y la evasión a través de la informalidad.

A eso hay que ponerle remedio

Las agresiones a médicos y paramédicos en las salas de emergencia de los hospitales son un capítulo de la inseguridad que las autoridades tienen que atender con inmediatez. No se puede seguir permitiendo que allegados y familiares de heridos o lesionados que son llevados a los hospitales, continúen impunemente agrediendo a médicos y enfermeras para forzar que atiendan sus casos primero que los que estaban antes que ellos.

Definitivamente, el acceso de acompañantes de heridos o enfermos a las salas de emergencia debe ser restringido drásticamente, para evitar las situaciones desagradables que se han estado produciendo. Los médicos y personal que les auxilia necesitan un mejor marco de seguridad, pues no pueden estar a merced de las agresiones, insultos y tensiones que se derivan de la presencia de terceros en su área de trabajo. A eso hay que ponerle remedio.