A miles de personas en cualquier parte del mundo les han robado su identidad. Simplemente, alguien que ha robado su información personal a través de su correo electrónico, tarjeta de crédito, de su seguro médico, de su estado de cuenta bancaria u otras cuentas, para utilizarla en su provecho personal, se llama robo de identidad. Esa práctica del robo de identidad, le puede afectar sus finanzas, su reputación, su historial financiero, o poner en duda su moral, sus valores y la ética con que una persona ha funcionado en sus negocios y en su vida. Es angustiante recibir la noticia de que en otro país alguien ha consumido su dinero, o ha usado su tarjeta de crédito sin usted viajar, y tener que estresarse en un banco queriendo demostrar que usted no ha viajado, no realizó ninguna transferencia; ante todo, le piden tiempo, paciencia, pero hay que demostrar que se trata de un robo de identidad. ¿Cómo se roba la identidad? Los ladrones de identidad usan todo tipo de recursos para dar con su información financiera, ejemplo: buscar en los basureros frente a su casa para obtener facturas, documentos o informes sobre sus estados de cuentas o tarjetas; otros le llaman a su casa pidiendo informaciones, simulando una oficina, banco, instituciones del gobierno, empresas o seguros médicos, para luego engañarlo y robarle su identidad. La otra modalidad es a través del robo de carteras, bolso, mochila, para apoderarse de sus tarjetas de crédito, seguros médicos, cédula de identidad; pero en este país hasta de los cementerios roban la identidad de los muertos para obtener beneficios. Sin importar la vía que usen, los delincuentes cibernéticos, saben cómo robar la identidad, transferir dinero, o usar los ahorros y tarjetas, sin piedad y sin resaca moral, dañando la vida o poniendo en riesgo a las personas.
En el mundo globalizado, tecnológico, donde se usa el dinero plástico, y las informaciones personales están en las redes sociales; o peor aún, donde tantas personas son ingenuos, poco precavidos o desconocen sobre estos temas, se convierten en las víctimas o presas fáciles del delincuente que roba identidad. La pregunta sería ¿Cómo evitar o prevenir el robo de identidad? No responda llamadas, correo electrónico o no de información por teléfono en las que le pidan informaciones personales sobre sus negocios, finanzas o cuentas bancarias. Cuando pague un estado de cuenta de su tarjeta o préstamo, o informaciones sobre sus finanza no la tire a la basura sin romperla y asegurarse que nadie puede obtenerla para leerla; no responda correo electrónico desconocido donde le pidan informaciones personales o de su familia; elimine todo correo que no tiene fuente segura de sus contactos personales, nunca informe en las redes sociales todos sus movimientos, dónde compra, almuerza, viajes, o realice sus operaciones de negocios. Los ladrones de identidad saben buscar en cualquier lugar y viven acechando sus víctimas.
¿Qué siente la persona que le roban la identidad? Entra en estado de angustia, ansiedad, nerviosismo, intranquilidad, dificultad para dormir, impotencia, desesperación, depresión, miedo e inseguridad. Pero también puede tener síntomas de paranoia, hasta presentar ataque de ansiedad o estrés postraumático. Cada situación estresante por el robo de identidad le cambia la vida a una persona. Una gran pena es tener que vivir la dura realidad que nadie como persona o institución está cien por ciento seguro o blindado para evitar el robo de identidad. Sin embargo, se puede prevenir, o si le sucede puede dirigirse a su banco, la policía, poner en alerta a la familia o negocios. Hoy estamos expuestos a todo, desde la grabación de las llamadas telefónicas, hasta el acceso que pueden tener otras personas de tu perfil personal y financiero. Hay que tomar el control y timón de nuestras vidas, previniendo y aprendiendo a cuidar nuestra identidad y las informaciones que pueden usar sin su permiso. Por su salud mental y financiera prevenga el robo de identidad.