PARïS, El sector del lujo, otrora campeón indiscutible del crecimiento y de la rentabilidad, se enfrenta desde hace unos meses a una caída de las ventas en Asia y de las compras de los turistas en Europa, así como al impacto del cambio de divisas. El número uno mundial LVMH, que agrupa Louis Vuitton, Givenchy, Céline, Loro Piana, Guerlain y numerosos vinos, champagnes y licores, publicó esta semana unos resultados semestrales a la baja pese a mantenerse sólido.
Como muchos otros, ha registrado una caída en Japón por el efecto de la histórica subida del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Asia, principal zona de desarrollo para el lujo desde hace una década, se estanca. Los chinos compran menos marroquinería, relojes y joyas y los viajeros que van a Hong Kong también gastan menos. «No somos los únicos en esta situación», afirmó el director financiero Jean-Jacques Guiony.
Los grupos compensan con una buena dinámica de las ventas en América. Pero Europa tampoco está en forma. «Existe una combinación de factores que influyen en el lujo en este momento, sobre todo el contexto económico en la zona europea», destaca Serge Carreira, especialista en lujo.
La demanda local en Europa es más baja que antes y las compras de los turistas japoneses y rusos han caído: los primeros se ven afectados por el yen y los segundos viajan menos debido a las tensiones geopolíticas vinculadas al conflicto en Ucrania.
Según el líder mundial de servicios de desgravación, Global Blue, consultado por la AFP, el montante de las compras con desgravación de los japoneses en Francia cayó un 22% interanual en el primer semestre y 10% en Italia.
Para los rusos, la caída es de 7% en Francia, 8% en Italia, 20% en el Reino Unido y 12% en Alemania. Afortunadamente para el sector, los chinos gastan cada vez más en Europa: el volumen de compras con desgravación progresó 14% en Francia, 17% en Italia y 8% en el Reino Unido.
A los grupos del lujo les perjudica el descenso de turistas en Europa y una demanda alicaída, pero también los efectos del cambio de divisas.
El británico Burberry, los franceses Hermès y LVMH o el suizo Swatch Group sufren por las paridades monetarias desfavorables para sus actividades, ya que el euro, la libra y el franco suizo se mantienen altos frente al dólar y a un yen japonés y a un yuan chino débiles. Para Hermès, «la única verdadera incertidumbre (en 2014) es el impacto de las divisas», afirmó a la AFP el presidente ejecutivo del grupo, Axel Dumas.
Burberry ya advirtió que «las crecientes dificultades» relacionadas con las tasas cambiarias amputarían sus beneficios. El número uno de la relojería Swatch Group también sufrió un recorte en sus beneficios en el primer trimestre, debido en parte a la fortaleza del franco suizo. Pese a estos contratiempos, el sector del lujo sigue en forma y es optimista para este año. Hermès debería superar los 4.000 millones de euros en ventas y LVMH los 30.000 millones.