El sector progresista ante grandes retos (I)

El sector progresista ante grandes retos (I)

En la historia político electoral de República Dominicana abundan los regímenes dictatoriales y conservadores y escasean los gobiernos democráticos y progresistas.

Tras el ajusticiamiento de Trujillo y la caída de su dictadura, la sociedad dominicana fue, durante muchos años, tripartidista.

Los partidos Reformista Social Cristiano (PRSC), Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD) se alternaron el poder y han gobernado durante años, controlando en diferentes momentos los principales poderes del Estado, y aún así han sido incapaces de resolver los problemas fundamentales de la nación.

En la actualidad, ante el desgaste moral y ético de esos partidos tradicionales, aunque siguen siendo maquinarias electorales, el sector progresista y de izquierda que cree en la participación electoral (hay otra que cree en la lucha armada como vía para llegar al poder) debería ser el receptor natural de esas simpatías y estar hoy mejor posicionado.

Esto porque tiene la calidad moral para hacer críticas contundentes en temas del debate electoral como la corrupción y las relaciones dominico-haitianas.

Por su ideología, este sector podría elaborar propuestas diferenciadoras en el ámbito económico, disentir de medidas neoliberales y remover las bases de un crecimiento económico que no persigue el desarrollo humano ni beneficia a la mayoría de la población dominicana que sigue siendo pobre.

En el ámbito político podría, de entrada, abogar por una constituyente y romper así con una clase política enquistada en puestos claves de representación, pero que no representa al pueblo sino a sus propios intereses.

Sin embargo, este sector no se vislumbra fortalecido, sino nueva vez bifurcado.

Por un lado hay quienes se articularon en La Convergencia y aliaron al Partido Revolucionario Moderno (PRM), un partido electoralmente nuevo pero cuya dirigencia sale de uno tradicional que gobernó en diferentes ocasiones sin encarnar el cambio sistémico por el que propugna la izquierda.

Aunque estos compañeros y compañeras se exponen a cuestionamientos tras pasar años criticando los partidos tradicionales y hoy aliarse a algunos de sus dirigentes, esa es una estrategia. Se ha usado antes. Actúan convencidos de que la misión principal es sacar al PLD del poder. Entienden que crear un tercer bloque, con partidos progresistas y de izquierda, debilita el segundo y fortalece al PLD.

De ahí que se enfrenten al reto de demostrar que esta alianza no persigue llegar al poder por llegar, sacar un grupo para poner otro, ni mucho menos el acceso a candidaturas, sino que son lo suficientemente revolucionarios y estratégicos para imponer una agenda política centrada en un cambio estructural radical que tal vez al PRM no le interese.

Este grupo tiene el reto no acomodarse en la silla del poder, sino marcar, de una vez por todas el accionar de lo alternativo y de lo verdaderamente progresista.

 

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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