El signo de la cerveza

El signo de  la cerveza

Aunque ocasionalmente se utilizan sin distinción, las palabras modernidad y progreso no son lo mismo. Lo moderno llega con el presente, avanza en el tiempo, no importa si es bueno o malo; el progreso siempre es bueno; cambio hacia lo productivo y positivo para la sociedad. La modernidad nos trae la tecnología junto con la corrupción y propagación de vicios y prácticas aberrantes; nos trae la proliferación de niñas embarazadas y criando niños a los que difícilmente valoran o respetan, como la joven madre que colocó una botella de cerveza en los labios de su criatura para presumir de “la buena vida” en las redes sociales.

El progreso promueve el respeto a los niños; por eso un juez dictó prisión preventiva a la joven. La modernidad hizo que se produjeran reacciones a favor de la madre adolescente, calificando como excesivo el castigo y, en particular, análisis de los orígenes sociales de este desastre, culpando a la falta de educación y orientación a las adolescentes para que no inicien tempranamente su vida reproductiva.

Muchos signos de progreso y modernidad en nuestro país, casi siempre están asociados a hechos y prácticas de países desarrollados, en especial los Estados Unidos de Norteamérica y la cerveza, como co-protagonista en este incidente, no ha podido sustraerse al fenómeno mediático que se desató, con una gratuita y beneficiosa propaganda que, tal vez, hasta pueda pagar abogados para liberar a la madre infractora, porque la chercha, según ellos, no tiene que respetar escenarios ni edades, siendo, por el contrario, un buen signo, que la justicia demostró que sí y que hay principios y normas que se deben respetar.

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