El tollo electoral y el derecho al pataleo. ¡Consumatum est!

El tollo electoral y el derecho al pataleo. ¡Consumatum est!

¡Todo ha terminado! Gústenos o no nos gusten los resultados, a este tollo hay que ponerle fin. Las encuestas independientes de firmas reputadas a nivel mundial, no se equivocaron. Venían vaticinando persistentemente el resultado final de las elecciones, particularmente a nivel presidencial. No inventaban nada. No vendían ilusiones, ni segunda vuelta. Sucedió lo que tenía que suceder. El reinado absoluto de PLD por cuatro años más y cuidado.
Las múltiples irregularidades que arrastrarían este “tollo electoral” comenzaron mucho antes del inicio del proceso cuando la poderosa maquinaria política del PLD decidió darse una nueva Constitución hecha a su medida que le garantizaba el dominio y control absoluto de los poderes del Estado y luego abortó su última reforma, para perpetuarse en el poder mientras vida tenga.
No era papel de los hacedores de encuestas cuestionar la ilegitimidad del proceso, la magnitud de los recursos del Estado utilizados de manera grotesca y abusiva, la avasalladora propaganda. El estado de iniquidad. Tampoco impugnar la mañosa Reforma Constitucional que le abriría el paso a la reelección del Señor Presidente con su secuela de males, ni el insólito hecho de permitir que un prominente dirigente del Comité Político Central del PLD, fuera al propio tiempo Presidente de la JCE, señor de horca y cuchillo, que pudo manejar a su antojo la gestión administrativa impuesta y que resultó un verdadero desastre “un notable retroceso democrático” como lo calificaran los Informes de Participación Ciudadana y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, observadores de la OEA y analistas políticos
Que culmina con sustracción de urnas, alteración de listados de votantes, renuncia masiva, no esclarecida, de supuestos técnicos auxiliares, lamentables fallas de los sofisticados equipos electrónicos precipitadamente adquiridos a precio de escándalo, violencia y hechos de sangre.
Ahora viene el pataleo, derecho que a todo el mundo le asiste frente a tantas trapisondas. Pero que resulta ridículo, absurdo, cuando se pide la autopsia (conteo manual) para certificar la causa de su mortandad de partiditos con olor a chamusquina que quizás nunca debieron existir. Y para colmo, el principal y único partido de oposición (PRM) el gran triunfador en esta partida, se presta al juego demandando a la JCE aplicar el procedimiento de conteo manual ¡en los tres niveles de elección!, “a fin de asegurar la credibilidad y transparencia”, como si lo irremisible pudiera tener remedio. Como si ese pataleo de ultratumba, pudiera revertir el orden y legitimar los desafueros, la iniquidad, los abusos, buscando en el ojo ajeno el mal que debimos evitar y que nuestra ceguera provocara.
Es hora de reconocer errores. De rectificar y procurar soluciones alternas a los tantos problemas graves por resolver, no solo electoralistas, no solo partidarias y que en ausencia de una oposición decidida que sintonice su programa de reformas y de acción con el sentir del pueblo llano a partir de una vigorosa compactación, debidamente articulada, que obligue al gobierno electo a someterse a lo justo y lo moral, a legitimizarse y hacer, verdaderamente, “lo que nunca se ha hecho.”

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