El traumatismo oral en los  niños

El traumatismo oral en los  niños

Durante las vacaciones de verano,  las actividades infantiles tienden a ser en su mayoría física, sobre todo  prácticas deportivas y recreativas, muchas de las cuales implican gran esfuerzo y competencias.

Es durante esta época que la visita odontológica, principalmente al odontopediatra, se ve colmada de accidentes que involucran la salud oral, los mismos van desde una simple laceración de labios o mucosa hasta la avulsión total de una  o más piezas dentarias.

En la mayor brevedad posible de ocurrir el accidente debe llevarse al afectado a la consulta odontológica, ya que un correcto diagnóstico y plan de tratamiento evita futuras complicaciones, no solo en las piezas involucradas, también en las permanentes que aún no han erupcionado y ni hablar de los traumas psicológicos por la ausencia dentaria a destiempo en la población infantil.

Es importante recordar que cualquier proceso infeccioso en la cavidad oral, por la cercanía de esta con las demás estructuras anatómicas del cráneo y la cara puede ocasionar serias afecciones a nivel sistémico.

Debe realizarse además de una correcta historia clínica, un estudio radiográfico, lo que permitirá diagnosticar y pronosticar todo lo relacionado al accidente.

En su mayoría estos accidentes son ocasionados por caídas, accidentes de tránsito y traumas; en menor porcentaje por  abuso infantil.

Incidencia.  Existen factores predisponentes  por los cuales un niño es más vulnerable que otro, por ejemplo, mal posición dentaria, cuando los incisivos superiores están hacia adelante, práctica de deportes de contacto o rudos, bebés que están iniciándose en el proceso de caminar, niños inquietos e hiperactivos, malformación de las estructuras dentarias, tales como el esmalte y la dentina.

Algunas medidas sencillas pueden evitar estos accidentes: usar protectores bucales cuando se practica deporte o cualquier actividad de riesgo; siempre utilizar el cinturón de seguridad; cascos protectores al montar motores, bicicletas, patines; enseñarle al niño a protegerse los dientes al caer y mantener siempre la vigilancia de un adulto en las áreas de recreo.

Es  importante   recoger el  trozo de diente fracturado, colocarla en leche o saliva del  paciente y llevarla  a la consulta odontológica. 

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