El triunfador Evo Morales promete cambiar la historia de Bolivia

El triunfador Evo Morales promete cambiar la historia de Bolivia

Por Javier Aliaga
Cochabamba (Bolivia), 19 dic (EFE).- Emocionado y con lágrimas en los ojos, Evo Morales prometió cambiar el curso de la historia de Bolivia tras el triunfo que, con toda probabilidad, le convertirá en el primer presidente indio de esta nación andina.

   La victoria, lograda con el 51,1 por ciento de los sufragios según los cómputos extraoficiales, fue celebrada en la ciudad central de Bolivia, donde Morales recibió la noticia, hasta entrada la madrugada por miles de militantes del Movimiento al Socialismo (MAS).

   Sus seguidores desataron una fiesta en la sede sindical de la Federación del Trópico de Cochabamba y en la plazuela adyacente Germán Bush, apenas conocidos los primeros sondeos a pie de urna difundidos por los medios de comunicación.

   «Se siente, se siente, Evo Presidente», «Evo, Evo Presidente, todo el MAS está presente» y «todos somos MAS, MAS, MAS», fueron los cánticos coreados por los eufóricos seguidores de Morales, mientras otros bailaban en la sede sindical y calles colindantes.

   La celebración de los socialistas contrastó con las oficinas cerradas, en avenidas cercanas, de Poder Democrático y Social (Podemos), el partido del conservador Jorge «Tuto» Quiroga, que anoche aceptó su derrota.

   El dirigente campesino hizo grandes esfuerzos para entrar en el edificio del sindicato de los productores de coca, en medio de los abrazos y las felicitaciones de sus militantes, que le decían «ya era hora» y «por fin, Evo».

   La victoria, que los adherentes calificaron como un «mazazo» a las fuerzas conservadoras, fue comparada por el primer senador electo de Cochabamba, Gastón Cornejo, con el triunfo del chileno Salvador Allende en 1970.

   El secretario de Organización del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Francisco Campos, manifestó en Cochabamba que el triunfo «era muy importante para fortalecer la democracia aquí en América del Sur, como fue la victoria del presidente Lula».

   Evo Morales aseguró sentirse «muy contento y emocionado» y agradeció su victoria a la «lucha de los movimientos sociales por los recursos naturales», que durante su campaña ha prometido nacionalizar.

   Agregó que su país cambiará a partir de mañana o el próximo año cuando comience la «nueva historia de Bolivia, donde se busque igualdad, justicia, equidad, y paz con justicia social».

   «Bolivia no es inviable como tratan de hacer entender», dijo Morales al asegurar que su partido cuenta con la fuerza del respaldo interno y externo, como pudo probar hoy, según dijo, cuando le llamaron dos presidentes latinoamericanos, cuyos nombres no precisó.

   El líder indio se mostró orgulloso con la victoria que calificó de «digna y honesta» para el pueblo boliviano y que se constituye en la más contundente de las últimas décadas en la democracia de esta nación andina.

   Para Morales, la vivencia del movimiento indígena era «la inclusión» y prometió que durante su Gobierno acabará «la xenofobia, el odio y el desprecio» al que han estado «sometidos históricamente».

   «Queremos vivir juntos en la llamada unidad en la diversidad, cambiando el modelo neoliberal y acabando con el Estado colonial», remarcó.

   También hizo un llamamiento a los movimientos sociales y políticos de Latinoamérica para reconstruir de forma simbólica «la patria grande» imaginada por Simón Bolívar y el «Tawantinsuyu» del imperio Inca.

   A su juicio, comienza «un tercer milenio» para los pueblos «y no del Imperio» y aseveró que se cambiarán los modelos económicos «que bloquean el desarrollo económico de Bolivia».

   Morales criticó a la Corte Nacional Electoral por depurar del padrón a un millón de electores por diversas causas y pidió por ello la dimisión de los vocales de la entidad.

   También censuró a los sectores que le declararon la «guerra sucia» durante la campaña, a la que dijo haber respondido siempre con la verdad.

   «Así como Cristo dio la vida por la humanidad, vamos a seguir dando nuestra vida por Bolivia», sostuvo.

   Evo Morales, de 46 años, seguirá hoy en Cochabamba con el fin de analizar junto a sus colaboradores la nueva situación, tanto para él mismo como para la nación boliviana. EFE

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