El auge y la facilidad para usar el Internet y los nuevos medios de comunicación (blogs, redes sociales, foros, comunidades virtuales, etc.) han hecho posible que cada vez sean más los ciudadanos, sin importar su estatus socioeconómico y su preferencia ideológica y religiosa, que usan de manera frecuente dichas herramientas para expresar públicamente sus opiniones, puntos de vista, reclamaciones, así como publicar sus experiencias cotidianas de vida.
Hoy, tanto los viejos como los nuevos medios de comunicación son herramientas que deben usarse de manera consciente y estratégica. Para evitar determinadas crisis dentro y fuera de las organizaciones, es imprescindible conocer y saber usar los medios de comunicación.

Para evitar que la reputación, la credibilidad, la confianza y la imagen pública de las empresas e instituciones se vean envueltas en pequeñas, medianas y grandes crisis, como resultado del manejo inadecuado de los medios de comunicación, se recomienda desarrollar competencias que ayuden a sus directivos, ejecutivos, gerentes y al personal de apoyo, a usarlos de manera consciente y estratégica.
Usar el poder persuasivo de los medios de comunicación para difundir mentiras y distorsionar la veracidad de los hechos, genera efectos e impactos negativos, los cuales provocan el surgimiento de percepciones, actitudes y opiniones negativas.
Una desacertada declaración pública por parte de un miembro de una organización, es suficiente para afectar la reputación e imagen pública de ésta.
Sin dudas, la estructura y propósitos que sustentan a los nuevos medios de comunicación, los cuales difieren de los tradicionales, están permitiendo mayores niveles de participación y democratización en los procesos de elaboración y difusión de los contenidos o mensajes que se difunden a través de dichos medios o canales.
La versatilidad de las nuevas plataformas de comunicación en línea, las cuales permiten que los contenidos sean creados y difundidos por los propios usuarios mediante el uso de las tecnologías de la Web 2.0, pueden convertirse en una navaja de doble filo para la imagen pública de quienes la consumen. No es estratégico decirlo todo a través de los medios de comunicación.
El uso continuo e irracional de los viejos y nuevos medios de comunicación, pone en riesgo los activos intangibles de las empresas e instituciones.