El valor de la imagen

El valor de la imagen

Sin excepción

Erradamente, siempre se ha creído que la planificación, ejecución y control de estrategias y acciones tácticas de relaciones públicas es una decisión exclusiva de las grandes empresas e instituciones.

En cambio, la realidad es que ninguna organización, sin importar su naturaleza, puede operar en un ambiente de armonía, al margen de buenas relaciones internas y externas.

Cada vez son más complejos los desafíos que tienen por delante las organizaciones para que éstas puedan ser competitivas y valoradas.

En este sentido, se hace necesario que las mismas planifiquen, ejecuten y controlen estrategias y acciones tácticas de relaciones públicas que faciliten crear vínculos fuertes con cada uno de los grupos de interés.

Hoy, los grupos de interés cuentan con muchos mecanismos para monitorear las decisiones y actuaciones de las organizaciones. Por esta razón, las acciones que desarrollan las empresas e instituciones tienen que llevarse a cabo en un ambiente de extremo cuidado. Esto así para evitar que la imagen de reputación se afecte.

Las relaciones públicas responsables siguen siendo la mejor herramienta de marketing para crear vínculos sustentables entre las organizaciones y sus diferentes grupos de interés.

En estos tiempos, en los que los ciudadanos disponen gratuitamente de diferentes medios de comunicación para denunciar las malas prácticas de las organizaciones, las relaciones públicas gestionadas por profesionales pueden ser el mejor medio para prevenir conflictos y relaciones antagónicas.

Sin acepción, hoy todas las empresas e instituciones tienen que ser sustentables, para lo cual necesitan crear un clima de confianza que motive a sus colaboradores internos y a sus grupos externos de interés a levantar sus voces de apoyo en los momentos que éstas lo requieran.

 

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