La propagación del virus zika genera riesgos para las economías y las industrias. Como aún faltan al menos cinco años para el desarrollo de vacunas, la atención se centra en que las compañías sanitarias propongan una posible solución a corto plazo. Mientras tanto, la conmoción en América Latina y otros lugares repercutirá en viajes, ocio y logística a medida que el virus se propague.

Las anteriores enfermedades transmitidas por mosquitos no habían tenido consecuencias duraderas. La potencial carga de los pagos de asistencia social y la disminución en el crecimiento de la población podrían dañar la ya debilitada economía de Brasil.

El zika no es nuevo, pero sigue resultando difícil hallar una vacuna y la OMS advierte sobre la propagación de la enfermedad.

El zika, un virus transmitido por mosquitos, que podría estar vinculado a malformaciones congénitas y daños en el sistema nervioso e inmunológico en adultos, ha sido objeto de mucha atención en los medios de comunicación recientemente. Esto se aceleró cuando la Organización Mundial de la Salud, que espera que se presenten entre 4 y 5 millones de casos este año, expresó su preocupación. El zika se observó por primera vez en Uganda en el año 1947, pero por ahora la industria farmacéutica no cuenta con una vacuna. El 1 de febrero, la OMS decidirá si declara o no la emergencia sanitaria pública.

Las vacunas contra el zika de Glaxo e Inovio necesitan el aval legislativo para un lanzamiento temprano. Los grandes laboratorios farmacéuticos son la fuerza dominante en materia de vacunas. GlaxoSmithKline e Inovio son los únicos laboratorios que han anunciado públicamente que están trabajando en una vacuna contra el zika. Los desafíos son enormes. Demostrar la seguridad y eficacia de una infección que no conlleva riesgo de vida resulta muy oneroso, a menos que las autoridades reguladoras suspendan sus habituales reglas de aprobación. Desarrollar una vacuna contra el dengue le llevó más de una década a Sanofi. El dengue es más complejo, puesto que hay cuatro cepas, pero el zika está mucho menos estudiado.

El brote de zika podría reducir las visitas a corto plazo y disminuir los ingresos del sector hotelero.

Si la Organización Mundial de la Salud emite una alerta formal, podría observarse un declive a corto plazo en el turismo en las regiones afectadas por el zika. Durante amenazas anteriores, el declive en la cantidad de visitantes alcanzó su punto máximo dos meses después de una advertencia de la OMS. Por el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), las llegadas a Hong Kong cayeron un 68%, y bajaron un 54% durante el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en Corea del Sur. Como consecuencia, se producen cancelaciones en el alojamiento, los turistas cancelan sus planes y los hoteles aplican reducciones de tarifas. Brasil, donde la industria del alojamiento turístico ya se enfrenta a dificultades, acogió el primer caso de zika conocido, por lo que el país queda particularmente expuesto a las consecuencias de una alerta.

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Preocupación
Las alertas sobre el zika durante la temporada de reserva de cruceros conocida como “wave season” del primer trimestre preocupa a los observadores de viajes, muchos de los cuales recuerdan desafíos sanitarios anteriores, como el SARS y el norovirus, que alteraron la percepción de los consumidores respecto de los cruceros. En las alertas de los CDC se mencionaron conocidos destinos de cruceros, como las Islas Vírgenes de Estados Unidos, Puerto Rico, San Martín, Haití y República Dominicana. Mientras que otros lugares, como Gran Caimán, Bahamas, Gran Turca, Jamaica y Aruba, no se citaron como lugares de transmisión activa. América del Sur, una región en alerta por el zika, recibe menos cruceros.