Elías Rodríguez y su original forma de ver el universo

Elías Rodríguez y su original forma de ver el universo

POR FRANCISCA HERNÁNDEZ
Para el artista plástico Juan Elías Rodríguez Morel, quien da la impresión de haber llegado desde más allá del cosmos, atravesando el frío éter, transmitir con iconos y símbolos, su original forma de ver el universo, es su mayor afán. Siendo un artista tri-disciplinario que se encuentra a sí mismo justamente cuando plasma sobre el lienzo sus idealizaciones; con maestría en su factura, la cual posee una exquisita estética y  un tema cosmopolita que se justifica más allá de las barreras del silencio.

Desde su primera individual «Orígenes» Rodríguez Morel ha evolucionado como el universo mismo, pasando por los apasionantes rojos, hasta llegar al diáfano azul, con casitas prendidas de un hilo umbilical tal como Italo Calvino las imaginó en sus ciudades invisibles, en las cuales el artista es capaz de hacer habitar los sueños del observador en las entrañas mismas del deseo, de lo que es, o el arquetipo que  se aspira sea.

El arte de Juan Elías Rodríguez, no se queda en figuras sobre el lienzo, sino que los personaje saltan de la tela para tomar la forma que el barro, madera, metal, materiales cómplices del artista le han permitido expresar su extramundo.

Sus personajes en su mayoría femeninos con cabeza de medusa y mirada de águila, otras de espaldas al público,  tratando de ocultar  su desnudez o quizás la riqueza de espíritu que habita en su rostro, otros en posición de soportar la tristeza de vacío que los rodea, meditando en el tiempo que llevan grabado en sus genes; como uno de sus personajes de su quinta exposición individual «Formas mutantes», Estos seres ricos en espiritualidad hacen un contraste con los elementos y figuras de la primera individual, y es que el artista en «Orígenes» siembra la fertilidad por todo lados: espermas que fecundan óvulos, como extraterrestres que descubren un nuevo mundo.

En su obra «Naif Juan E. Rodríguez Morel nos hace cómplice de la fuerza con la que nace su arte; hay dolor de parto y placer de natividad reflejados en el mismo cuadro, todo lo contrario a lo que ocurre en su obra «Ocaso ll’ en la que una pareja prefiere no darnos la cara esperando en el silencio que el arte lo vista de la palabras para poderse presentar decentes en la escena del mundo, (así diría Gustavo Adolfo Bécquer) ¿´´Será que el artista al igual que sus personajes sabe algo que nosotros no? ¿Será que espera algo nuevo, grandioso? el Apocalipsis tal vez?.

Siendo un artista aventajado de los 90 con 78 exposiciones colectivas y 5 individuales se  prepara para su sexta individual.

Para Rodríguez Morel cada trazo en el lienzo, cada centímetro del mismo, cada gramo de barro y cada gota de color (que la paleta de este artista tiene una vibración tonal que aunque descodificado de la misma naturaleza en forma muy personal solo podría ser comparado con el mismo Kandinsky),  ha sido, es y será una gran aventura la cual está ansioso por explorar, un mundo nuevo que hay que recorrer y eso es lo que justamente hace y mejor aún lo comparte con su otro yo, sin el cual no existiría ni él ni el arte, el espectador.

*La exposición «Tecto – nírico» se esta exhibiendo en el Hotel Intercontinental V Centenario, bajo el asesoramiento el promotor de arte José Jiménez.

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