La decisión tomada por Costa Rica hace 70 años de abolir su Ejército ha dado mucho más réditos que una imagen internacional de pacifismo o su ya sabida estabilidad política alcanzada a mediados del siglo pasado, según una inviestigación del instituto de la Universidad de Costa Rica (UCR), de la cual se hizo eco el diario El País.
“Los beneficios de aquella decisión se miden ahora directamente en números, en un progreso apalancado por la inversión social que se elevó después de 1948, afirma la investigación.
Explica que los índices de bienestar que mantienen a Costa Rica por encima del promedio latinoamericano se pueden explicar en parte por el crecimiento que tuvo la inversión en educación y salud después de la eliminación del Ejército, determina el estudio del Observatorio del Desarrollo de la UCR. La inversión social se multiplicó por cinco —del 2,6% del PIB pasó al 13,4%— en los 25 años posteriores a la decisión concretada en 1948 por el presidente José Figueres, de origen catalán, aunque la promovieron antes otros políticos de la época.
Los investigadores apuntan también a una reducción en el presupuesto para seguridad en ese período, después de que el exrevolucionario Figueres, más por estrategia política que por pacifismo o por cálculo económico, firmara el decreto de la abolición. Esta medida fue posteriormente incluida en la Constitución de 1949.
En esos 25 años posteriores a la desmilitarización Costa Rica elevó del 15% a 35% la inversión en educación y pudo triplicar la cantidad de escuelas (2.610 en el año 1974). También pudo aumentar a 29% del PIB el dinero destinado a salud y hacer que se triplicara el porcentaje de seguro social de la población (66% en 1974), según los datos recogidos por los investigadores Alejandro Abarca y Suráyabi Ramírez. Ellos analizaron datos de la base de historia económica del centro de estudios latinoamericanos de Oxford y siguieron un método de “control sintético” para poder precisar los efectos atribuibles a la abolición del ejército. El avance educativo y sanitario, explican, incidió en que la tasa promedio de crecimiento de la economía pasara de 1,33% del PIB antes de 1949 a 2,44% en la segunda mitad del siglo XX.