“Embajador Brewster responde a la política de immigracion de Trump”

“Embajador Brewster responde a la política de immigracion de Trump”

La rama ejecutiva del Gobierno de los Estados Unidos, mejor conocida como la Casa Blanca, continúa avanzando hacia un enfoque migratorio más aislacionista, la cual parece estar ganando impulso en las últimas semanas. El presidente Donald Trump ha adoptado enfoques agresivos para modificar las actuales políticas de inmigración sin otro motivo que un intento de negociar una política arcaica a expensas de la compasión humana. Prometió construir un muro a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Hace unos días, el presidente Trump comenzó a referirse a una política de inmigración estadounidense, existente desde hace mucho, que promueve la reunificación familiar como “migración en cadena”. La terminología específica que está usando el Sr. Trump en un tono difamatorio e insultante sirve para arrojar objetividad sobre los marginados por su nueva política migratoria propuesta. Según el embajador James Brewster, exembajador de los Estados Unidos en la República Dominicana: “El presidente Trump una vez más pone de manifiesto su racismo hacia otras culturas, tratando de cerrar nuestras fronteras a los valores e ideales bajo los cuales se fundó la nación más grande del mundo”. Sus expresiones de desprecio y desaprobación para los seres humanos, que no tienen otro propósito más que el de construir una vida mejor para ellos y para quienes los rodean, es algo peor que ser psicópata, y honestamente es inhumano.
El 5 de octubre de 2017, había aproximadamente 690,000 Dreamers (“Soñadores”) registrados en los Estados Unidos. Estas son personas que registraron su estado indocumentado de manera voluntaria con el Departamento de “Homeland Security” (Seguridad Nacional) en el entendido de que así evitarían el riesgo de deportación y, finalmente, encontrarían el camino hacia el estatus de residente en los Estados Unidos. Desafortunadamente, por orden ejecutiva, el presidente Trump ha anulado esa promesa de la administración anterior y ha exigido que el Congreso de Estados Unidos negocie un nuevo camino de legalización para estos jóvenes. El desafío yace en que el presidente Trump exige, como parte de esta legislación, que se llegue a un acuerdo para financiar la construcción del muro fronterizo entre los Estados Unidos y México. Esto ocasiona que el futuro para aquellos “Dreamers” que confiaron en que el Gobierno estadounidense los protegería, se torne incierto. A partir del 5 de octubre de 2017, el Gobierno estadounidense ya no está aceptando nuevas solicitudes de DACA y, a principios de este año, el reloj comenzará a correr para aquellos que están actualmente registrados y su deportación podría ser inminente.
La semana pasada, el presidente Trump declaró: «La migración en cadena es un desastre total que amenaza nuestra seguridad y nuestra economía y abre la puerta al terrorismo», dijo, refiriéndose al sistema actual que permite que muchos inmigrantes patrocinen a sus familiares, incluyendo cónyuges, niños y padres. De todos los ataques terroristas internos en suelo estadounidense que involucraron tiroteos masivos, ninguno fue el resultado de políticas de inmigración de reunificación familiar. ¡Ni uno! Según el Embajador Brewster, «el presidente Trump se equivoca al decir que la reunificación familiar es una amenaza para Estados Unidos. La inmigración de países como República Dominicana es lo que hace que los EE.UU. sea una democracia fuerte y estable.” Hay una cultura basada en el miedo, bajo la falsa premisa, de que cada inmigrante en los Estados Unidos puede traer a cada pariente de sangre a los Estados Unidos, lo cual es completamente falso. Hay un proceso de solicitud muy estricto y la documentación requerida que se debe presentar para iniciar el proceso de inmigración puede tomar hasta veinte años para que el proceso final llegue a buen término. Bajo el actual sistema de inmigración de los EE. UU., no todos los parientes pueden ser patrocinados por una tarjeta verde o de residencia. Por ejemplo, tíos, tías, primos y abuelos no son elegibles para tarjetas verdes a través de la inmigración patrocinada por la familia. Solo los padres, cónyuges, hijos y hermanos de los ciudadanos estadounidenses y los cónyuges e hijos de los titulares de la tarjeta verde (residentes permanentes legales) son elegibles. Segundo, de esos miembros de la familia, solo los cónyuges, los hijos solteros menores de 21 años y los padres de ciudadanos estadounidenses pueden ser patrocinados por una tarjeta verde sin estar sujetos a ninguna cuota. Todos los demás solicitantes están sujetos a ciertos topes numéricos anuales. El proyecto de reforma migratoria integral aprobado por el Senado el año pasado restringe aún más la inmigración patrocinada por la familia al eliminar la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de patrocinar a sus hermanos e hijos mayores de 30 años. Además, establece un sistema de puntos, basado en el mérito, que intenta que los inmigrantes puedan acumular puntos por dominio del idioma inglés, educación y habilidades, para obtener una tarjeta verde. El Embajador Brewster manifiesta: “Los dominicanos deberían saber tan bien, como todos los demás en todo el mundo, que la retórica sobre el tema migratorio que proviene de la Casa Blanca no está en línea con los valores de la mayoría de los estadounidenses. Todos los países deberían ser sociedades inclusivas, no exclusivas, Sr. Trump.” Si estas medidas se convierten en leyes de los EEUU, continuarán restringiendo la oportunidad de los que aspiran a emigrar.

“Es la diversidad y la inclusión de nuestra sociedad y todas las sociedades lo que fortalece a nuestros países. Trump está equivocado y no representa los valores de la mayoría de los estadounidenses. La reunificación familiar siempre ha sido, y debe seguir siendo, una piedra angular de nuestro sistema de inmigración. Pero cómo definimos ‘familia’ es igualmente importante,” dijo el Embajador Brewster. Necesitamos seguir promoviendo la idea de lo que es ser un “Dreamer”, no solo para los inmigrantes sino también para los estadounidenses en vez de tener miedo a la inclusión.

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