El Artículo 77 de la Constitución de la República que habla sobre la elección de las y los legisladores, consigna que: “la elección de senadores y diputados se hará por sufragio directo en los términos que establezca la ley”.
Entonces, si la Ley Sustantiva establece claramente la forma de votación; ¿Qué busca la Junta Central Electoral procurando interpretaciones sobre un asunto claramente establecido por la Ley de leyes?
Obviamente que el voto de arrastre es una mala práctica que se debe eliminar del sistema electoral dominicano, para que el votante no tenga que sufragar obligado por determinados personajes que no son de su simpatía.
La JCE está cometiendo una serie de errores y desaguisados por eso usted pudo notar como la encuesta Gallup-HOY, señala que el 55 por ciento de los ciudadanos atribuye poca credibilidad al organismo electoral para organizar las próximas elecciones.
Igualmente, ¿por qué la JCE tiene que validar actividades que realizan las “autoridades ilegales” del PRD, desoyendo la sentencia del Tribunal Superior Electoral que ratificó la invalidez de la convención del partido blanco que otorgaba la vigencia de Miguel Vargas como presidente de ese partido has 2021?
Los miembros de la JCE deben estar conscientes de la peligrosidad del venidero proceso electoral para la estabilidad política de la República Dominicana. Tomando esto en cuenta el organismo comicial debe actuar con pies de plomo, y sospesar sosegadamente cada una de las decisiones que adopte, porque en el venidero proceso electoral se juega el futuro del país, y con el provenir de una Nación no se debe jugar tan ligeramente.
El tollo más reciente de la JCE: eliminación del voto de arrastre en 26 provincias, y dejarlo en el Distrito Nacional y cinco demarcaciones más, buscando salida salomónica.
Todavía hay tiempo para corregir entuertos, y que la JCE comience a transitar con pasos firmes. Roguemos por eso.