El procurador general, Francisco Domínguez Brito, afirmó ayer que los enfrentamientos entre grupos en los centros penitenciarios por el control de espacios es una situación “muy crítica” que mantiene en constante alerta a las autoridades.
Atribuyó esos hechos a la sobrepoblación de las cárceles, sobre todo en La Victoria, donde el pasado sábado ocurrió un motín que dejó un saldo de siete heridos, incluidos dos miembros de la Policía.

Afirmó que esos problemas se agudizan cuando grupos enfrentados en las calles por el control de puntos en el mercado del microtráfico o cualquier otro acto ilícito, son apresados y se encuentran “cara a cara” en la cárcel.

“Normalmente, y sobre todo en el viejo modelo penitenciario, hay personas que quieren asumir el control y obligar a los demás internos a asumir determinado comportamiento, y en algunos casos extorsionan y toman decisiones al margen de las autoridades”, dijo el Domínguez Brito en declaraciones a Hoy.

Sin embargo, resaltó que ese tipo de problemas no solamente se dan en los centros carcelarios de República Dominicana, sino en todo el mundo, sobre todo en los de América Latina.

No obstante, informó que para evitar la ocurrencia de hechos como el motín del sábado en La Victoria, los integrantes de bandas arrestados se separan en las cárceles; se les da seguimiento y cuando mediante labores de inteligencia se detecta un posible enfrentamiento entre ellos, se dispone el traslado inmediato. En casos de situaciones críticas se llevan a celdas de castigo.

Espera informe. Sobre la muerte de la interna Emilia Benítez Figuereo, en Najayo-Mujeres, cuya familia descarta que se haya suicidado, Domínguez Brito dijo que está a la espera del informe de la investigación que realiza la procuradora de la Corte de Apelación de San Cristóbal, Celeste Reyes.

La muerte de Benítez Figuereo ocurrió también el sábado, y tanto el Departamento de Homicidios de la Policía como el Inacif la calificaron de suicidio. Los padres de la víctima alegan que lo hicieron tres reclusas.