En sectores del polígono central del Distrito Nacional (DN) como Piantini, Naco, Serrallés, Evaristo Morales y Julieta desarrollan un proyecto de reciclaje de residuos que busca ser modelo para el resto de Santo Domingo y del país, pero falta el compromiso de la alcaldía, que todavía se muestra tímida en ese sentido.
Recientemente se inició también en el sector de Gascue. En cada uno se sustenta en las juntas de vecinos, como soporte principal para su expansión; condominios y empresas, a través de sus programas de responsabilidad social.
Dirigido por la entidad Vecinos Verde y la junta de vecinos del sector Piantini, el año pasado el proyecto logró recolectar 53 toneladas de papel y cartón, además de 18 toneladas de botellas plásticas, lo que se traduce en un impacto ambiental de 900 árboles salvados y 277 barriles de petróleo ahorrados.
Para este año la meta es superar las 60 toneladas, por lo que exhorta a todos los vecinos del polígono central de la ciudad de Santo Domingo a que abran sus puerta al proyecto, ya que algunos se resisten por desconocimiento.
Yoel Gómez, encargado del proyecto Vecinos Verde; y Carmen Alonzo, presidenta de la Junta de Vecinos Piantini, explican que el objetivo fundamental es que menos residuos vayan a los vertederos, lo que se traduce en menos contaminación del ambiente y las fuentes de agua.
Pero para lograrlo, dicen, trabajan arduamente en la clasificación o separación de los residuos desde la fuente para que los recolectores no tengan que hacerlo desde el zafacón.
Gómez señala que para lograr ese objetivo desarrollan jornadas constantes de capacitación con los vecinos, sobre todo en los condominios, al igual que en los colegios a través de los estudiantes, con la finalidad de que estos últimos sirvan de multiplicadores en sus hogares.
Una vez logran entrenar a los vecinos, entran los recolectores informales, quienes recogen los residuos y los llevan al lugar que corresponde, como por ejemplo a una cartonera, si se trata de cartón, y de esa manera ese material no queda en la calle pero tampoco va al vertedero.
Educación. Sugiere al Ministerio de Educación incluir en el currículo de las escuelas y colegios el tema sobre manejo de los residuos sólidos y reciclaje, para que la práctica se convierta en una labor general y cotidiana.
Expone que, a pesar de que existe un gran entusiasmo entre la gente, hay otros que se resisten abrir sus puertas, sin darse cuenta de los beneficios para la salud del entorno pero, sobre todo, para la comunidad y el país.
Estima que con educación, la aprobación de la Ley de Residuos y el respaldo de las alcaldías, la práctica del reciclaje sería un éxito en el mediano y largo plazo.
Carmen Alonzo sugiere disminuir algunos tipos de envases que no son reciclables, como vasos y platos “fon”, que se han convertido en uno de los mayores contaminantes de cañadas, ríos e inundaciones urbanas en temporadas de lluvias.
Insta al Estado a tomar la iniciativa en las instituciones públicas, que son las que absorben la mayor cantidad de empleados y, por tanto, consumo.
Recuerda que la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales 64-00 ordena a las instituciones del Estado a separar los residuos.
Señala que una gran cantidad de personas e instituciones hacen esfuerzos por el reciclaje, pero sin el éxito esperado debido a la falta de coordinación.
Considera que en la labor de coordinación tienen que intervenir las alcaldías, tras recordar que son los verdaderos gobiernos locales, por tanto, están más cerca de la municipalidad.
Estima que el Ayuntamiento del Distrito Nacional debe jugar un papel de primer orden en el proceso, ya que la ciudad produce dos mil toneladas de residuos diario.