En el Museo de Arte Moderno ¡MARCELO FERDER: celebración de lo inútil!

En el Museo de Arte Moderno ¡MARCELO FERDER: celebración de lo inútil!

Existe el arte útil? Entonces existe el arte inútil. ¿Qué es la utilidad en el arte? ¿Es utilidad personal o hacia los otros? ¿El arte ayuda? ¿Sana, calma, alegra, divierte, emociona?”… Cuestionando y autocuestionándose. Tocando “fondos”, itinerarios, certezas y palpitaciones vitales inefables. Provocando la mirada, el alma, los sentidos y la disposición crítica del espectador. Abismándose en los abrasadores médanos de la realidad, el sueño, la memoria y el delirio cotidianos. Materializando su deliciosa taumaturgia de la paradoja y el “nonsense” y reafirmándose como uno de los máximos exponentes del arte dominicano contemporáneo.
Así se instala el polifacético artista “argentino” Marcelo Ferder con su impactante exposición individual titulada “Arte Útil”, desplegada en los amplios espacios de la segunda planta del Museo de Arte Moderno e integrada por más de 70 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, fotografías, videos y obras poligráficas en cuya ejecución utiliza una asombrosa diversidad de medios, materiales y recursos expresivos: tela, papel, madera, plástico, metales, cemento, fibras sintéticas, luminarias y dispositivos tecnológicos.
Arquitecto, diseñador, pintor, escultor, muralista, músico, artista multimedia y educador. Argentino por nacimiento y, desde hace más de dos décadas, dominicano por íntima decisión, Marcelo Ferder ha creado un nuevo gentilicio para redefinirse y autodefinirse desde el Caribe como «argentaíno», remate cimarrón y sustantivo que entraña las claves primarias de sus devastaciones ontológicas y de sus rizomáticas tentativas metafóricas.
Durante las últimas dos décadas, las complejas experiencias del viaje, la fuga, la transmigración y la multiculturalidad, marcan profundamente su personalidad creadora. Tales experiencias, además de la extraordinaria recursividad de soporte y expresión que Marcelo Ferder logra desplegar a la hora de la resolución conceptual de sus propuestas bidimensionales, tridimensionales y multidimensionales, aportan a su producción simbólica una riqueza estética, una polivalencia significativa y una resistencia crítica radicalmente distintivas en el contexto de las artes plásticas y visuales dominicanas de la actualidad.
Así, en el cuerpo expositivo de “Arte Útil”, Marcelo Ferder acomete, con admirable lucidez conceptual y notable efectividad estética, la puesta en abismo de una alienante mitología cotidiana que propone el instante posmoderno como espectáculo fragmentario de un “Cyborg” melancólico y deslumbrado que danza frenéticamente ante su propia lógica sensualista del interés, el utilitarismo y el totalitario beneficio material.
La riqueza de contenidos conceptuales y objetivos de cada una de estas obras, ejecutadas durante los últimos 14 años no defrauda la intrigante efectividad del título de la muestra ni la misma elasticidad de un cuerpo trenzado a partir de tres ejes reflexivos fundamentales que se traspasan perpetuamente: dominicanidad, realidad global y argentinidad o memoria del tiempo.
En el desarrollo de estas reflexiones axiales de su práctica creadora, Marcelo Ferder procede recuperando “El Golem” y la “Virgen de los grafiteros”. Demoliendo el Modulor lecorbusiano. Profetizando el “Demoludor” dominicano. Invocando ruinas, vestigios y absurdos políticos “tropicales”. Instalando una “dialéctica materialista” y materializando una “dialéctica de los opuestos” que les permiten advertir cómo el arte contemporáneo, aunque menospreciado sistemáticamente por una supuesta carencia de utilidades prácticas o rendimientos económicos directos, deviene efectivamente en generador de la mayor riqueza que podrían tener los seres humanos del presente y el futuro: lucidez, sabiduría, dignidad, imaginación y sensibilidad…

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