En Higüey, carro Cacaíto es señal visible Navidad

En Higüey, carro Cacaíto es señal visible Navidad

Radamés de Jesús. HOY/ Aracelis Mena. 25/11/2018

La Navidad ofrece sus particulares señales, unas visibles y otras en el interior de las personas, de modo que para nadie pueda pasar inadvertidamente la aparición de ese tiempo.
En esta ciudad, capital de la provincia La Altagracia, el signo más ostensible de que se aproxima la alegre celebración lo es, desde hace casi dos décadas, el carro navideño de Radhamés de Jesús.
Este divertido médico veterinario, 66 años de edad, decora su vehículo con miles de pequeñas luces con las que hace referencia al período navideño y que se torna en un simpático atractivo para residentes y visitantes.
¿Desde cuándo haces esto? pregunta el periodista. Su voz, la única que tiene, transparenta el gozo de hablar sobre el asunto y las huellas de mucho aguardiente deslizado por la garganta:
“Llevo dieciséis años en esto, el primer carro fue un Toyota Tercel, eso comenzó de jueguito, y cada vez he venido agregando cosas, bueno, específicamente luces, hasta llegar a eso que tú ves, ahí hay catorce rollos de cinco metros cada uno”.
Ahora usa un Camry 2008, blanco, cuya carrocería lleva cientos de cintas llenas de bombillitos intermitentes sin que ningún espacio exterior de la carrocería haya escapado a la colocación de los destellos. Insiste en explicar:
“Como te decía, las luces vienen en rollos de 5 metros de largo, algunas son fijas y otras prenden y apagan. Algunas son de un solo color y otras son multicolores. Tienen una pega en la parte posterior, para pegarlas, tú comprendes, tienes que quitarle un papelito que protege la pega”.
¿Qué tiempo dura esta decoración? “Yo la pongo en noviembre y la quito en enero. Lo difícil está en lavar el carro, tengo que hacerlo con mucho cuidado para que no se despeguen. A veces se despegan y tengo que usar silicón para volver a pegarlas… luego el carro queda muy manchado y sucio y tengo que darle brillo…”
Son setenta metros de luces que cubren la superficie del vehículo, pero resulta imposible –al menos para el autor de esta crónica- ponderar las dimensiones de la satisfacción que vive De Jesús con esta peculiar acción. Todo higüeyano lo llama Cacaíto, en grata extensión para él del apodo que hizo notable a su madre, Florinda de Jesús, conocida más allá de la calle Colón como doña Cacao. Egresó de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1975 y su primer empleo como veterinario le tocó en San Juan de la Maguana.
Durante 19 años ejerció su profesión en ese y otros lugares y luego optó por ocuparse de negocios financieros, sin dejar nunca de lado la diversión, cuestión que le es inherente. Ante una pregunta del reportero responde:
“La Navidad es mi vida, es el tiempo cuando más gozo, a mí me gusta hablar con la gente, compartir, contribuir al esplendor de las fiestas, yo amanezco gozando y la gente ha recibido esto con mucho júbilo, eso me satisface, como ver que muchos quieren fotos al lado de mi carro”.
Agrega que él y su carro son el buque insignia en el Aguinaldo de Mía TV. Se trata de un espacio festivo en un canal de televisión local, donde el auto es mostrado desde el estudio.
El doctor De Jesús, o Cacaíto, cuenta con el apoyo de su esposa, Josefina Báez, quien como toda mujer, en principio mostró recelos por las erosiones al presupuesto familiar que provoca este lujo de su marido. “Pero ya ni modo, si él goza con eso, que lo haga”.
Mientras tanto, Radhamés, sobreviviente a un derrame cerebral, tiene un motivo más para gozarse la vida y disfruta mostrando su carro y respondiendo lo que se le pregunta al respecto:
“Me han querido patrocinar, pero digo que no, el día que no pueda hacerlo, que no pueda comprar las luces, mire mejor dejo esto, no lo haré, pero gracias a Dios puedo hacerlo y seguiré haciéndolo, pues la Navidad es la cosa más grande del mundo”.
Se despide con una sonrisa, gracias y un “¿cuándo sale?” y aborda su nave repleta de luz.

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