Un nuevo estudio de la Comisión Económica para América Latina y el CAribe (CEPAL) afirma que en República Dominicana la política fiscal redistribuye muy poco las riquezas, es decir, que no reduce la desigualdad. El país es el tercero con menor impacto en esta área, de acuerdo a una evaluación de 16 países de América Latina y el Caribe.
La reducción de la desigualdad medida según el coeficiente de Gini (indicador que mide la desigualdad) por instrumento de la política fiscal es de 5.6 puntos porcentuales en República Dominicana, mientras en el promedio regional es de 9.1 puntos porcentuales.
Para esta evaluación se tomaron en cuenta el gasto público social y los impuestos directos, es decir, el gasto en salud, gasto en educación, impuesto sobre la renta personal y contribuciones a la seguridad social, otras trasferencias en efectivo y las pensiones públicas.
En la región, el país con menor impacto en la desigualdad, tomando en cuenta la política fiscal, es Paraguay con 5.0 puntos porcentuales y el segundo Nicaragua, 5.3 puntos porcentuales.
En el otro extremo los países cuyas políticas fiscales sí impactan la desigualdad son Brasil (16.4), Argentina (14.8), Uruguay (13.6), Costa Rica (12.1) y Chile (11.9). También están por encima del promedio México (11.8) y Panamá (9.9).
En el estudio “La ineficiencia de la desigualdad” la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) explica que la gran diferencia entre el poder redistributivo de la política fiscal de los países latinoamericanos y caribeños y el de las economías desarrolladas viene dada por las transferencias en efectivo y los impuestos directos, ya que la caída del coeficiente de Gini ocasionada por la distribución del gasto en educación y salud es similar en ambos grupos.
Explica que en promedio el coeficiente de Gini de la región cae apenas tres puntos porcentuales luego de la acción fiscal directa, mientras que la provisión pública de servicios de educación y salud lo reduce en seis puntos adicionales.
Mientras por el contrario, en los países europeos y en otras economías de la OCDE, el efecto redistributivo conjunto de las transferencias monetarias y el impuesto sobre la renta personal es de 19 y 17 puntos porcentuales en promedio, respectivamente, mientras que la redistribución efectuada vía gasto público en especie se sitúa entre los seis y los siete puntos.
La CEPAL resaltó que en la región la eficacia de los instrumentos de la política fiscal para reducir la desigualdad es muy heterogénea.
“Es importante destacar que en todos los países la capacidad de la política tributaria para reducir la inequidad distributiva depende del nivel y la composición de los ingresos fiscales. En los países de la región, la carga tributaria es mucho menor que en los países desarrollados, y la participación de los impuestos directos sobre la propiedad y la renta, especialmente sobre la renta personal, también es menor, dice la CEPAL.