En Suiza: arte y sellos postales dominicanos

En Suiza: arte y sellos postales dominicanos

Una gran parte de la comunicación global se efectúa hoy a través de las redes virtuales del “hipermundo”. Sin embargo, todos los días y a cada momento, millones de seres humanos siguen escribiendo y recibiendo por “correo normal” millones de cartas y documentos. El “timbre” o sello postal, es el elemento común que asegura la clave del “viaje” de cada una de estas misivas. A partir de la difusión de la filatelia, hacia mediados del siglo XIX, los sellos postales llegarán a costar desde unas cuantas monedas hasta miles y millones de dólares, especialmente cuando más extraños y atractivos resulten como piezas de colección.

En 1865, bajo la presidencia del general José María Cabral, la República Dominicana emite sus primeros sellos postales. La viñeta de nuestro primer sello representa un escudo dominicano con diseño al estilo “polaco” o cuartelado en azul, rojo y una cruz blanca. Como auténtica “avis rara” de filatélicos, este escudo no contiene las ramas de laurel y palma, ni la cinta superior con la inscripción “Dios, Patria, Libertad”, ni la inferior con la palabra “República Dominicana”.

Precisamente, para celebrar el 150 Aniversario de la emisión del primer sello postal dominicano, Luisa Auffant, comisaria de exposiciones internacionales del Museo Bellapart; Modesto Guzmán, director general del Instituto Postal Dominicano (Imposdom) y Julio Simón Castaños, embajador de la República Dominicana en Suiza, han organizado la interesante exposición “Mensajeros del Arte, integrada por 30 sellos postales emitidos en distintas épocas en honor a varios artistas plásticos dominicanos y una selección de obras pictóricas magistrales facilitadas por el Museo Bellapart.

Curada y museografiada con rigor y esmero por Luisa Auffant, esta muestra, inaugurada la noche del martes 3 de noviembre en la sede de la Unión Postal Universal en Berna, Suiza, adquiere significados trascendentales, ya que se trata de la primera exposición artística de importancia que valora y materializa la incorporación del sello postal dominicano como componente esencial del repertorio de imágenes, signos y símbolos culturales identitarios.

El sello postal, además de documento histórico, constituye un género de representación visual que con frecuencia contiene imágenes de belleza, calidad y valores estéticos extraordinarios. Imágenes y cualidades que muchas veces rivalizan con las propias de géneros de larga y esplendorosa tradición como la pintura, la escultura, el dibujo y el grabado.

Y esta particular apreciación se confirmaría en la efectiva propuesta curatorial que ha articulado Luisa Auffant en “Mensajeros del Arte”, seleccionando 30 sellos con imágenes de incuestionable riqueza estética e importancia a la hora de estudiar el proceso histórico y sociocultural dominicano de los últimos 150 años.

Según establece Luisa Auffant, hasta ahora, los artistas dominicanos en cuyo honor se han emitido sellos postales son Luis Desangles (1861-1940), Enrique García Godoy (1886-1947), Alejandro Bonilla (1820-1901), Leopoldo Navarro (1862-1908), Abelardo Rodríguez Urdaneta (1870-1933), Juan Bautista Gómez (1874-1945), Angel Perdomo (1859-1935), Adriana Billini (1863-1946), Celeste Woss y Gil (1891-1985), Jaime Colson (1925-2006), Yoryi Morel (1909-1979), Darío Suro (1918-1998), José Vela Zanetti (1913-1997), Gilberto Hernández Ortega (1923-1979), Paul Giudicelli (1921-1965), Eligio Pichardo (1929-1984) y Gaspar Mario Cruz (1925-2006). Se trata de maestros y creadores excepcionales que desde finales del siglo XIX hasta finales del XX, marcan y enriquecen de manera especial nuestras artes plásticas, el patrimonio artístico nacional y nuestra memoria visual.

A esta lista se agrega el gran pintor francés de fama universal Théodore Chassériau, nacido en El Limón, Samaná, el 20 de septiembre de 1819 y fallecido en París, Francia, el 8 de octubre de 1856. Y ciertamente, este sello en homenaje a Chassériau, emitido por el Instituto Postal Dominicano en el año 2000 con la imagen de su obra pictórica emblemática “Autorretrato a los 16 años” (1835), la cual se exhibe en la Sala 63 del Museo del Louvre, se constituye en uno de nuestros sellos postales más bellos y emotivos.

La muestra incluye algunos sellos postales dominicanos con imágenes pictóricas de significados culturales y atractivo estético sumamente particulares.

Entre estos, destacan los dedicados a Desangles y García Godoy, emitidos en 1976; Yoryi Morel y Paul Giudicelli, emitidos en 1980; Alejandro Bonilla y Rodríguez Urdaneta, emitidos en 1982; Adriana Billini, Angel Perdomo y Bautista Gómez, emitidos en 1983), Celeste Woss y Gil, Darío Suro y Gaspar Mario Cruz, emitidos en 1984, así como los de Colson y Hernández Ortega, emitidos en el año 2000.
Tal como ya hemos señalado, además de esta valiosa colección de sellos postales, la exposición integra una selección de obras pictóricas extraídas por Luisa Auffant de los fondos del Museo Bellapart, capaces de propiciar una visión sintética y eminentemente cualitativa de la multiplicidad de transformaciones técnicas y estéticas que experimentan las artes plásticas y visuales dominicanas de la modernidad.
Entre estas pinturas destacan las tituladas “Lavanderas”, de Yoryi Morel; “Maternidad”, de Eligio Pichardo; “Ventana al mar” de José Vela Zanetti, así como “Carnaval” y “Retrato”, de Jaime González Colson.

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