Me han llamado muchas personas, entre cronistas y artistas de renombre, preocupados porque Cervecería Nacional Dominicana y Acroarte resolvieron otorgarle al público la capacidad de nominar en el renglón Popular.
Argumentan, con sobrada razón, que el público actuando como masa no tiene la capacidad, el razonamiento y el discernimiento para distinguir entre lo popular y la calidad artística, belleza de la letra y la música.
Y en el caso de los artistas que me llamaron, además expresan que los managers van a ser de todo lo debido, y lo indebido, para que sus pupilos tengan más “likes”, y evidentemente, “el pez más grande se come al pequeño”.
Con toda la autoridad y la reputación, modestia y aparte, que me confiere la experiencia en las lides de Acroarte y el premio, eso es un “soberano disparate”.
La esencia, la particularidad, el origen es que los periodistas especializados en diferentes ramas del arte evalúen, nominen y seleccionen a los ganadores.
Si el público nomina, solo podría aumentar la popularidad de los Soberano, no la transparencia, la credibilidad y la calidad, como se pretende.
Los Grammy, los Oscar y los Globos de Oro son modelos de modernización, pero su esencia no ha cambiado.