A nivel global los multimillonarios identifican tres factores que amenazan la creación de riqueza durante la próxima década: temas de sucesión y herencias, impuestos al patrimonio por mayor escrutinio y la situación de la economía global.
Así lo arrojaron los resultados de manos de una encuesta que Wealth-X y Knight Frank condujeron para profundizar en las motivaciones y comportamientos de los ultra ricos sobre la gestión de la fortuna, filantropía y transferencia de riqueza.
El sondeo se realizó entre 400 de los principales banqueros privados que en conjunto administran más de 500 mil millones de dólares de 45 mil individuos con ultra elevada riqueza neta (UHNW).
Destaca entre los resultados que al 56 por ciento de los participantes en la encuesta les preocupa el tema de herencia y sucesión porque en su mayoría tienen inquietud o no sienten que sus hijos podrán tener el coraje para hacer su propia fortuna, mientras que casi la mitad dijo que no sabrían cómo hacerse cargo de las inversiones.
En Latinoamérica el tema de seguridad personal fue recurrente entre los encuestados, con el 63 por ciento de respuestas, citándola como una preocupación que ha crecido en la última década.
Para los norteamericanos lo más importante fue la salud personal y familiar; para los asiáticos la economía global es un tema que les preocupa para el futuro y para los millonarios del Medio Este fue la sucesión.
A nivel mundial el número de individuos con más de 30 millones de dólares se elevó en 61 por ciento, al pasar de 116 mil 800 a 185 mil 500 en los últimos diez años.
Dicho crecimiento se refleja en el aumento en los precios de los activos y los rendimientos de las inversiones, sobre todo en los años posteriores a la crisis financiera global.
Si bien este número va a seguir elevándose, lo hará a un menor ritmo. Se estima que en los próximos diez años el incremento será de 41 por ciento, a 263 mil 483. El mayor aumento ocurrirá en Rusia y los países de la Comunidad de Estados Independientes, con 72 por ciento. Le seguirán los países asiáticos y de Medio Oriente, con 66 y 54 por ciento, respectivamente. Para América Latina se prevé una alza de 41 por ciento.