ATENAS.- La breve e intensa campaña para el crucial referendo griego sobre el rescate finaliza en las próximas horas con actos simultáneos en Atenas en defensa del “sí” y el “no”, mientras una encuesta de opinión mostró un empate.
El primer ministro griego Alexis Tsipras convocó la consulta el pasado fin de semana, para preguntar a los griegos si Atenas debe aceptar las reformas de mayor austeridad propuestas por los acreedores internacionales a cambio de fondos del rescate internacional que el país necesita de forma urgente, aunque esas propuestas han caducado. La campaña finalizó legalmente ayer para dar al país un período de reflexión de 24 horas antes de votar mañana.
El mandatario hace campaña por el “no” con el argumento de que fortalecerá su posición para negociar la reducción de su deuda nacional de 320,000 millones de euros y volver más sustentables los pagos. Destacó que en el referendo no se vota la permanencia de Grecia en el euro. Pero los partidos de oposición y muchos funcionarios europeos dicen que el “no” sacaría a Grecia del euro y la llevaría a una pobreza aún mayor.
El ministro de Hacienda griego Yanis Varoufakis dijo ayer que estaba “más o menos ultimado” un acuerdo con los acreedores y solo restaba discutir el alivio de deuda. Pero el titular del grupo de ministros de Hacienda de la eurozona, Jeroen Dijsselbloem, rechazó con dureza esas declaraciones y aseguró que no se está negociando. “No hay propuestas nuevas de nuestra parte, y pase lo que pase, el futuro de Grecia será extremadamente arduo”, dijo Dijsselbloem. “Para que Grecia vuelva a encarrilarse y saque su economía de la caída se deberán tomar decisiones duras”.