Endodoncia: un tratamiento conservador

Endodoncia: un tratamiento conservador

La endodoncia (tratamiento de canal) es el tratamiento odontológico cuyo objetivo es eliminar la pulpa dental (nervios y vasos sanguíneos), preparar las paredes de los conductos radiculares y finalmente rellenar y sellarlos con un material inerte, generalmente gutapercha.
Dependiendo de la pieza dental que se trate esta tendrá uno o varios conductos radiculares. Caninos, laterales y centrales son piezas uni-radiculares; los premolares pueden tener uno o dos conductos y los molares hasta cuatro.
La pulpa es el tejido interno de las piezas dentarías y a diferencia de los demás tejidos que forman los dientes es blando y está compuesto de nervios y vasos sanguíneos; está protegido por tejidos duros: dentina, cemento y esmalte. Es a través del ápice de cada raíz que la pulpa hace contacto con las demás estructuras mandibulares. Cualquier lesión pulpar es muy dolorosa y puede afectar no solo el diente involucrado, sino toda la cara.
En dientes temporales (dientes de leche) no se realizan endodoncias, ya que los conductos de estos dientes no pueden ser rellenados con gutapercha, pues ésto dificultaría la acción natural de reabsorción radicular de los dientes de leche, alterando el proceso eruptivo de los permanentes. En caso necesario en las piezas dentarías de la primera dentición solo se extirpa la pulpa; ya sea la cameral o la cameral y radicular. Estos procedimientos se conocen como pulpotomía y pulpectomía.
La endodoncia está indicada generalmente cuando hay afección pulpar; esta puede ser de origen infeccioso o traumático. En ocasiones específicas la endodoncia es indicada por recomendaciones protésicas o estéticas.
Siempre que la pulpa es afectada debe ser tratada. La medicación solo es paliativa, controlando el dolor y los procesos infecciosos e inflamatorios; no soluciona definitivamente el problema. La principal causa de indicación de endodoncia es la caries, seguida de traumas y problemas periodontales. En algunos casos este proceso infeccioso puede llegar a desarrollar fístulas y abscesos, afectando los tejidos de alrededor del diente y la cara. El proceso de realizar una endodoncia no debe ser doloroso, a menos que la infección esté en una fase aguda, se complique durante el proceso o el paciente llegue a la consulta con dolor. La duración del mismo puede ir desde una a varias citas. El número de conductos radiculares, tipo de proceso, pulpa vital o necrótica, condiciones de salud del paciente, las dificultades técnicas, son algunas de las variables que el profesional de la salud tomará en cuenta para decidir si realizarlo o no en una sola cita. Luego de finalizado el tratamiento de canal, como también se conoce la endodoncia, la pieza debe ser restaurada y controlada por medio de radiografías periódicas.

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