El fraterno amigo familiar Cuchito Álvarez, siendo Director del periódico Hoy, las veces que le visitaba para hacerle entrega de algún escrito que denunciaba las perversidades y crímenes que se sucedían en el luctuoso y difícil periodo de 12 años de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, prudente y quizás temeroso del riesgo asumido, o queriendo mantener cierto equilibrio informativo en su periódico, me advertía que no fuera tan monotemático, que escribiera también sobre otros temas, a lo que le respondía: -“Cuchito ya quisiera no serlo; pero es que el Doctor no da chance para nada. Él y sus secuaces, no bajan la guarda.

Eran tiempos terribles. El cinismo del mesiánico “Hombre del Destino”, el de “La Sangre Derramada entre el 30 de mayo al 24 de abril”, y más allá, de “La Voz del Capitolio” y “La Palabra Encadenada”, no podía acallar las denuncias y reclamos negando la existencia tenebrosa de la “Banda Colorá”, su insolente felicitación: “Sean mis primeras palabras … y la insólita confesión: “La corrupción se detiene en la puerta de mi Despacho”, mientras bajo la consigna “corromper arriba, matar abajo” surgían 300 nuevos millonarios y eran segadas en su pérfido mandato valiosas vidas de jóvenes combatientes, Otto Morales, El Moreno, Amín Abel, Orlando Martínez, Goyito, Narcisazo y tantos más.

Tiempos tenebrosos que quedarían atrás con los gobiernos civilistas del PRD (Guzmán y Jorge Blanco) que le obligó a cambiar su política descarnadamente represiva, despótica, por una política envolvente tiznada de demagogia, populismo, hija de su sagacidad y su pasión por el mando que hizo suya, con nuevos ingredientes, garantizada la impunidad, los gobiernos del PLD y Dr. Leonel Fernández Reyna, galardonado reciente por la pundonorosa Universidad de Alcalá de Henares.

Todavía no es tiempo de pasarle balance al Lic. Danilo Medina que con nuevo estilo trata de alejarse de la corrupción depredadora, la ostentación grosera y estar más cercano a la voz del pueblo, alcanzando un alto nivel de popularidad. Pero quedan pendientes algunas materias, según su promesa electoral de “hacer lo que nunca se ha hecho”, lo que el pueblo espera que haga para bajar orgullosamente del solio presidencial y abrazarse con su pueblo, cumplida su suprema aspiración declarada. Si acaso lo lograra, esa sería su medalla de oro. No necesitaría ninguna más.

Mientras tanto, merece una sincera felicitación, nobleza obliga. A pesar de la tenaz oposición del clero católico y protestante, ha sido capaz y valiente al colocar su corazón del lado bueno de la razón y de lo humano, y vetar como lo hizo, conforme con la Constitución, con sólidos y mesurados argumentos, el nuevo Código Penal, abogando por la despenalización del aborto en circunstancias especiales especificas, favoreciendo la vida y la dignidad de la mujer.

Contrario y lejos de “abrir las puertas al aborto”, El Presidente Medina, con genuino sentimiento cristiano, profundamente social y humanista, ha dado un paso trascendental, vital y positivo: ¡Le ha abierto las puertas a la vida! Así esperamos que lo hagan nuestros legisladores. ¡Enhorabuena!