Enrique Féliz, una misión llena de propuestas para el cambio

Enrique Féliz, una misión llena de propuestas para el cambio

Enrique Féliz está ahora en un escenario distinto, pero no opuesto al de sus inicios. Al contrario, si desde la música secular sacudía cuerpos y almas con sus canciones, animaba a la gente para que asumiera que actuar puede cambiar la vida propia y la de otros. Desde la cristiana hace lo mismo.
Es un misionero que recorre el país y el extranjero en una evangelización que involucra a jóvenes y adultos, inyectados de su inmutable energía y conscientes de la realidad que los rodea.
Esa conexión con las situaciones lesivas que enfrenta la sociedad es palpable en la canción “Yo te quiero viva”, grabada con el bachatero Joe Veras. Con ese llamado al cese del maltrato a la mujer, Féliz aporta su grano de talento a la lucha por la reducción del flagelo.
Es el canto con el que este insta a sus congéneres, a respetar la decisión de sus compañeras cuando ellas no quieran mantener una relación. Es la convocatoria a las féminas, a asumirse como entes capaces de decidir su libertad.
Explica que la inspiración llegó cuando ya estaba listo su disco Salmos, Cuerdas y Tambores, pero no encajaba. Así que dada la sensibilidad del tema, consiguió el apoyo de la comunidad Carismática y confía en que el Estado pueda asumirla en su campaña de erradicación del flagelo.
Entiende que con la humanidad lacerada, más que nunca por acciones que la debilitan, es necesario entrar en razón, ver más allá de los propios egoísmos y abrazar causas por el bien común, como combatir la delincuencia, la violencia, la drogadicción y cualquier conducta que lesione al individuo o a su entorno.
Eso es lo que inculca a la gente con la que comparte su ministerio de sanación física y espiritual, porque cuanto más equilibrado esté un ser humano, más fuerte será la sociedad.
“Una de las cosas que más me edifica es que las personas que van a mis conciertos o que oyen mi prédica me digan que les ha impactado, que han logrado transformaciones y hasta superar problemas de salud”, expresa.
Sobre el poder sanador de la música, afirma que ha recibido testimonios de pacientes de cáncer y otros males que hallaron cura en sus canciones de alabanzas. Por eso agradece que “Dios me haya tomado como instrumento para infundir bienestar, liberación”.
Cuerpo y alma. Con una humildad que invita a conocer más de la obra misionera, narra el trabajo que hacen los ministerios, cómo impactan vidas y cómo tienen en los jóvenes un fuerte bastión, que predica cambios.
Cuenta del trabajo que incluye la parte de colaboración a los más necesitados, porque la abrumadora mayoría de católicos es pobre. Usan parte de las ofrendas para esa obra.
“Levántate y anda”, es el mensaje que promueve Féliz con letras que impactan a los de fuera y dentro de la Iglesia, “porque en todos lados hay enfermos de cuerpo y de alma” pero cuando una sola persona vive en armonía, mantiene el equilibrio en la familia, matriz de la sociedad.

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