Una amplia visión en el ensanche Espaillat, de la capital, le va a revelar que la populosa barriada está asediada por delincuentes que atracan dos y tres veces por semana a punta de pistola; que está colmada de prostitución adulta y juvenil, homosexualidad y lesbianismo, expresada ante niños, y una elevada tasa de desempleo. Según el párroco José Ramón Arias Almonte, se miden más de 2,000 los jóvenes sin trabajo y muchos sin estudios, en una población de más de cuatro mil familias.

El sacerdote de la iglesia Santo Tomás Apóstol le dice al Presidente de la República, Danilo Medina, que “si permite que tengamos un embajador gay, en cierto modo, puede haber la posibilidad de que esa realidad penetre aquí. con más fuerza”. Afirma que en la barriada se va mucho la energía eléctrica, y en esos momentos ocurren atracos en las calles y violaciones.

Ha tenido una campaña en la parroquia en contra de eso.

Explica que la iglesia está muy preocupada por la inseguridad a nivel nacional. Mujeres han entrado a la parroquia, corriendo de motoristas con personas que quieren atracarlas, y cuentan que las amenazan diciéndoles: “Dame tu celular, tu cartera, si no te mato”.