La comisión que investigó las muertes de once niños en el hospital Robert Reid Cabral comprobó negligencia médica en varias fases de la atención que recibían esos pacientes, y no debe haber vacilación en aplicar las sanciones de rigor. Sin embargo, tememos que esta investigación ha soslayado el hecho de que en ese hospital, desde hace mucho tiempo, han estado vigentes condiciones de insuficiencia y deterioro lo suficientemente críticas como para degradar la calidad de los servicios. Deudas astronómicas con suplidores, áreas clave en desuso por deterioro, estrechez financiera y cosas por el estilo habían sido reiteradamente denunciadas por médicos y paramédicos del Robert Reid, pero nada se hizo para revertir esa situación.

Creemos que ha habido una falla sistémica que en poco tiempo transformó al Robert Reid Cabral de modelo clínico a adefesio. No solo los médicos son susceptibles de castigo por negligencia. El Estado, que ha debido velar en todo momento por mantener la eficacia de este centro, faltó a su responsabilidad como es evidente. El abandono del hospital pone a favor de los médicos acusados la poderosa atenuante de la insuficiencia limitante. Esta vez, la prensa disparó la alarma y se investigó para hallar culpables de negligencia, pero jamás se indagó cuando la alarma la dispararon los médicos, quejándose del abandono y las insuficiencias. Algo útil y justo debería derivarse de todo lo ocurrido.

Hay que cerrar los coladeros

La frontera está muy mal vigilada o se presta para lucrativos negocios. El paso constante y abundante de indocumentados, mayoritariamente haitianos, no permite pensar otra cosa. Los coladeros siguen intactos, abiertos al mejor postor. Recientemente fue interceptada por las autoridades una yipeta con una veintena de haitianos procedentes de su país. O burlaron la vigilancia o alguien se hizo de la vista gorda para que pudieran ingresar. Pasar indocumentados por la frontera es un negocio lucrativo y constante.

Ahora que el país adelanta en el proceso de regularización de extranjeros, no es conveniente que se permita más ingreso masivo de indocumentados, de gente que no puede demostrar su origen. Es necesario cerrar los coladeros fronterizos para evitar que el proceso se complique. Hay que sancionar de manera ejemplar a quienes viven de este tráfico humano.