La política es la vía a través de la cual los seres humanos toman decisiones colectivas. Implica conflictos entre personas, grupos, intereses o visiones del mundo. La manera como se manejen estos conflictos hace posible los avances o los retrocesos de un país. De ahí la importancia de la política. Es a través de ella que se articula y desarrolla la economía y la sociedad, y por lo tanto son las acciones políticas las que determinan el rumbo de un país.
De lo expresado se deprende que ni todos los políticos son iguales ni todas las alternativas políticas implican lo mismo. Por lo tanto, las decisiones políticas que adoptan los pueblos tienen consecuencias que pueden ser para bien o para mal de un país. Esto cobra gran relevancia en las coyunturas electorales en la que los pueblos ejercen su facultad de elegir a los que los van a gobernar.
La prosperidad económica y social de un país descansa primero en fundamentos políticos. Son buenas políticas las que producen prosperidad y lograrla pasa por poner en marcha un proceso de inversión e innovación para lo cual es necesario un clima propicio para que ambas cosas se produzcan. Y esto es así porque la inversión como la innovación son en gran medida ¨actos de fe¨ ya que el inversionista y el innovador actúan cuando creen que los políticos que detentan el poder o los que gobiernan, garantizarán el Estado de Derecho, mercados competitivos, respeto a las reglas de juego establecidas, un entorno de estabilidad política, acceso a educación y oportunidades para la población, entre otros factores.
Hay que indicar que las crisis económicas y sus consecuencias sociales también tienen fundamentos políticos. Son las malas políticas las que conducen a los desastres económicos y la gente así lo percibe. Por esa razón, responsabilizan a los políticos, no a los empresarios, de los costos negativos de dichos desastres, haciéndolo pagar con el rechazo y el repudio ciudadano. Muchos de los problemas políticos que hoy confrontan muchos partidos políticos en diferentes países del mundo, así como el surgimiento de nuevas agrupaciones políticas, están relacionados con las incompetencias que dichos partidos han mostrado para hacer frente a diversas crisis económicas.
En la actual coyuntura política que vivimos en República Dominicana, conviene recordar que entre 1996 y 2019 el predominio de buenas decisiones de políticas ha sido determinante para que hayamos pasado de ser la decimo tercera posición a la sexta entre las economías de América Latina y el Caribe, en término de producción per cápita en paridad de poder de compra, y que, de seguir con las buenas políticas, en el 2024 alcancemos la cuarta posición, según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional. Por esto, es importante de cara al proceso electoral que se avecina que las decisiones que tomen los dominicanos sean informadas, ponderadas y sopesadas, cuestión de no poner en riesgo el rumbo.