Esa mano siniestra

Esa mano siniestra

Ante lo que ocurre en el Partido Revolucionario Moderno, se ve claramente hay una mano siniestra atizando un fuego que sólo conducirá a la destrucción de la organización y a la continuidad en el poder del Partido de la Liberación Dominicana.
Nunca es bueno tener la oportunidad de pronunciar esta frase desagradable, corta, hiriente, que permite poner la mano en el hombro de quienes quieren ocultar el sol con un dedo o intentan engañar, la frase es: te lo dije.
Cuando denuncié que no era conveniente el padrón cerrado con el que se realizaría la convención para elegir las autoridades del partido, debido a las conocidas fallas que contenía, las cuales contribuyeron a la elección del Candidato a la Presidencia de la República, en el 2016, poco faltó para que algunos de los que quedaron colgados de sus mentiras y actuaciones desdorosas en aquel evento, me frieran en aceite.
Hoy, lamentablemente, los resultados de esta última convención y la forma apabullante en que se ejerció el poder de la mayoría para trastornar resultados electorales, permitir vaciados de acta, enviar documentos electorales en forma tardía, ofrecen un resultado oscuro, dañino, malsano, antidemocrático.
Es cierto que hay resultados indubitables, correctos, pero también está fuera de toda duda que la matriz empleada para las votaciones hacía agua por muchos lados y como no fue posible achicar la cantidad de agua, el barco tocó fondo.
Esa mano siniestra, participante en la elección del Candidato en el 2016, operó de nuevo para que se pudieran anunciar resultados cuestionables, que fueron cuestionados internamente en su oportunidad y que ahora salen a la luz pública, fruto de distorsiones y acomodos.
Llama la atención, en lo que se refiere a candidatos a Vicepresidentes Nacionales, la presencia de personas prácticamente desconocidas para el pueblo perremeísta, aunque los contadores de los votos, que en muchos casos permiten pensar que más que computadores, fueron acomodadores, se atrevan a proclamarlos, con fines de ir acotejando una mayoría que les permita continuar con el juego sucio de maniobrar para imponer su voluntad, porque se niegan a consultar, auscultar, determinar la real voluntad popular.
Durante la Guerra de Abril de 1965 el inolvidable Ramón Alberto (El Chino) Ferreras Manuel recordaba constantemente una frase que se atribuía al Gran Timonel, al Camarada Mao Tse Tung: lo que conviene al enemigo, me perjudica.

Quizá ha llegado el momento de preguntarse ¿Quién es el gran beneficiario del desastre en la oposición? ¿Con qué armas debe contender un partido, sumido en la ignorancia, la falta de norte, el engreimiento, la falta de experiencia y la prisa? ¿Conviene continuar el camino del desconocimiento de los procedimientos democráticos?

La consigna es vieja pero aplicable siempre: quien divide traiciona.

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