Esa muerte no puede caerle al Gobierno

Esa muerte no puede caerle al Gobierno

Las denuncias y especulaciones, con posterioridad al suicidio de un profesional de la arquitectura en un baño del local de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), bajo ningún concepto puede poner en duda la honestidad y transparencia que este gobierno se ha empeñado a la ejecución de las aulas escolares, así como de las compras y contrataciones en general.

El sorteo de las aulas entre los profesionales de la ingeniería y la arquitectura fue una de las primeras señales del empeño del Presidente Danilo Medina de evitar actos de corrupción en el plan más ambicioso en la historia de la República; sembrar el país de aulas para universalizar la tanda extendida. Mi primera obra como ingeniero fue fruto de un sorteo de edificios en 1979; por ello saludé la decisión del Presidente de brindarles oportunidad a los jóvenes residentes en las comunidades de ser partícipes de los beneficios que generan las obras.

Para rodear de mayor credibilidad este proceso de sorteos y las licitaciones el gobierno estableció la figura de la veeduría, incorporando personalidades de la sociedad civil, en algunos casos antagonistas históricos del PLD, con la finalidad de que se convirtieran en supervisores y garantes de la transparencia. Por supuesto la OISOE no fue la excepción.

Ahora, el lamentable suicidio del joven arquitecto, destapa una olla de denuncias que, entre otros, pretende empañar los niveles de transparencia imperante, los esfuerzos del Presidente por disminuir la corrupción e intentar enlodar la reputación de otros funcionarios, que como el Ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, o el Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, han sido fieles ejecutores de las instrucciones del Presidente Danilo Medina y que bajo ningún concepto van a permitir bajo sus responsabilidades se realicen actos de corrupción que empañen una de las obras cumbres de esta administración.

El cáncer, sin dudas, estuvo localizado en la OISOE, donde ciertos individuos, aprovechando el relajamiento de los controles, y el aparentemente involucramiento del anterior Director en actos reñidos con las leyes, se dedicaron a sacar beneficios de los jóvenes contratistas, especialmente los que no disponían de los créditos comerciales o los recursos para afrontar el necesario financiamiento transitorio que todo proyecto, público o privado, requiere.

Ha sido correcta la actuación del Procurador Domínguez Brito de someter a los dos profesionales mencionados en la nota del arquitecto, que aparentemente asfixiado por las deudas decidió poner fin a su vida, y además poner en movimiento la acción de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) para investigar este caso y las querellas de otros profesionales contratistas de las escuelas.

La investigación no debe reducirse a este caso específico, sino también a toda la gestión del anterior Director de la OISOE, destituido por el Presidente Danilo Medina, porque lo cierto es que hace meses el rumor público propagaba la especie del cobro de comisiones, además el equipo de veedores de esta entidad denunció en un documento violaciones a la Ley de Compras y Contrataciones y se suman las denuncias relativas al sobreprecio en la ejecución de la remodelación del Darío Contreras y la acusación de una secretaria del disuelto Banco Peravia en el sentido que en la OISOE se obligaba a los contratistas a comprar las pólizas en una empresa vinculada al banco y de ese negocio se beneficiaba directamente un familiar directo del pasado director.

Esa investigación exhaustiva es necesaria, porque no es justo que las actuaciones de funcionarios de la OISOE, que por lo demás traicionaron la confianza depositada en ellos por el Presidente Danilo Medina, sirva ahora como tema de campaña para opacar los esfuerzos de transparencia del Primer Mandatario, relegue al plano electorero el primer gran proyecto dirigido a mejorar la educación dominicana y de paso reducir los niveles de inequidad, así como intentar enlodar reputaciones de funcionarios probos, como el Ministro de Educación y el de Obras Públicas, que han sabido actuar apegados a los lineamientos del Presidente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas