Esfuerzos Wall Street por mejorar imagen no logran la meta

Esfuerzos  Wall Street por mejorar imagen no logran la meta

Malas noticias para titanes financieros como Jamie Dimon de JPMorgan Chase & Co. y Lloyd Blankfein de Goldman Sachs Group Inc.: la mayoría de los estadounidenses tienen opiniones desfavorables de los bancos de Wall Street y los ejecutivos corporativos, y desconfían de los multimillonarios más de lo que los admiran.

A pesar de los esfuerzos de las firmas de Wall Street para recuperar la confianza desde la crisis financiera de 2008, menos de un tercio de los estadounidenses consideran positivamente al sector –sin cambios desde 2009, según la última Bloomberg National Poll. Dimon, de 61 años, y Blankfein, de 62, ambos máximos responsables de sus empresas por más de una década, han tratado de influir en el debate de políticas públicas sobre temas como inversión en infraestructura, regulación, educación, inmigración y reforma tributaria corporativa. De ambos se reveló que eran multimillonarios en 2015, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.

Sin embargo, el sondeo muestra que los estadounidenses son mucho más propensos a desconfiar de los multimillonarios que a admirarlos, en una proporción de 53% a 31%. Y solo el 31% mira favorablemente a los ejecutivos corporativos y Wall Street. Los grandes bancos “siguen presionando por la desregulación y nos van a devolver justo a donde estábamos con la crisis financiera”, dijo Chad Boyd, de 36 años, un votante independiente y trabajador de tecnología de la información que vive en Louisville, Colorado. Los banqueros, por su parte, han expresado su simpatía por las frustraciones de los estadounidenses. Dimon lanzó una diatriba la semana pasada sobre el fracaso de la nación para abordar la epidemia de opioides, el crecimiento económico y la educación, culpando a la política disfuncional y los medios de comunicación. Blankfein se desahogó recientemente en Twitter, pidiendo unidad en Washington y que Estados Unidos emule los programas de infraestructura de China.

Los CEO han tratado de rehabilitar las marcas de sus bancos luego de una crisis que dejó a más de 8 millones de estadounidenses sin trabajo y costó a los accionistas decenas de miles de millones de dólares en multas y acuerdos legales. Blankfein, por ejemplo, creó un comité de estándares de negocios y respondió a la indignación pública por las prácticas de compensaciones de Gold- man Sachs sacando US$500 millones de las bonificaciones para proporcionar dinero y asesoramiento a los empresarios noveles a través de un programa de la firma dirigido a pequeñas empresas.

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