MADRID. El gobierno español anunció este viernes que el país devolverá de forma anticipada, como gesto de «confianza», 1.300 millones de euros de la ayuda europea de más de 40.000 millones recibida en 2012 para su debilitado sector bancario.
«España devolverá 1.300 millones de la asistencia financiera porque podemos y para reforzar la confianza en la economía», anunció la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa tras el consejo de ministros.
Es «una devolución parcial anticipada», subrayó, recordando que Madrid tiene diez años para reembolsar el préstamo.
Algunos bancos españoles, la mayoría demasiado expuestos a un siniestrado sector inmobiliario, tuvieron que ser recapitalizados en 2012 por una ayuda financiera europea, que en un principio podía alcanzar hasta 100.000 millones de euros.
La suma recibida fue finalmente de unos 41.000 millones de euros (56.000 millones de dólares). El gobierno anunció por otra parte que, gracias a su mejor salud financiera, en 2014 España reducirá en 10.000 millones de euros sus necesidades netas de financiación, a 55.000 millones de euros.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, había señalado ya en abril que estas necesidades disminuirían, sin precisar cifras, gracias a un coste de financiación más bajo y a mayores ingresos fiscales.
La cuarta economía de la Eurozona, que preveía en un principio necesidades netas de financiación de 65.000 millones de euros –133.300 millones en bruto–, se beneficia desde hace meses de unos tipos de interés cada vez más bajos, lo que ya le permitió cubrir 57,7% de sus necesidades de financiación anuales.
Tras un año 2012 marcado por fuertes tensiones en los mercados, el país se aprovecha de esta calma desde 2013, después que los inversores se vieran tranquilizados por la ayuda europea a la banca y el apoyo del Banco Central Europeo, que se comprometió a comprar deuda de los países de la Eurozona en dificultades.
Este retorno de la confianza de los mercados se inscribe en un contexto de reactivación económica: España, golpeada en 2008 por el estallido de su burbuja inmobiliaria cuando empezaba la crisis financiera internacional, salió en el tercer trimestre de 2013 de su segunda recesión en dos años.
Su economía se aceleró en el primer trimestre de 2014 con un crecimiento de 0,4%. Pero el país sigue lastrado por el desempleo (25,93% de la población activa) y una crisis social alimentada por la política de austeridad sin precedentes impuesta por el gobierno.