Justo en esta etapa en que se agregará una nueva fase en la cronología de intervenciones en el conjunto de la Catedral de Santo Domingo, que incluye un operativo a gran escala que dura dos años, el arquitecto Esteban Prieto Vicioso reconoce que el proyecto se fortalece porque “tiene un ingrediente de investigación mucho más profundo y más científico”.
“La ciencia de la restauración ha venido avanzando cada vez más. Ahora se cuenta con sofisticados equipos y conocimientos que hace 30 años no existían. También los criterios de intervención han venido cambiando con el tiempo. Ese es el gran aporte de este proyecto”.
Prieto Vicioso, director de la Oficina de la Obra y Museos de la Catedral de Santo Domingo, tiene una cuota de responsabilidad en el proyecto de intervenciones que estará a cargo de la empresa española Proyectos y Rehabilitación Kalam, con un experimentado equipo de técnicos, restauradores y maestros con una larga experiencia en trabajos de restauración en España y otros países.
“A cargo de ellos estará la limpieza de los muros de piedra, así como su consolidación e hidrofugación, siguiendo las recomendaciones del equipo de investigadores y especialistas de la Universidad de Alcalá de Henares, y bajo la dirección de la Oficina de la Obra y Museos de la Catedral de Santo Domingo y la coordinación de la Unidad Ejecutora del Arzobispado de Santo Domingo, dependencias de la Arquidiócesis de Santo Domingo”.
En la restauración de la Catedral de Santo Domingo se ha venido trabajando en los últimos 30 años. Prieto Vicioso ha estado desde los años iniciales en que empezó el proceso. Un objetivo relevante del proyecto que resalta Prieto Vicioso es la preparación de profesionales y técnicos dominicanos, “para que en un futuro sean capaces de aplicar esa tecnología en otros monumentos del país”.
Por esa razón, precisa, se ha involucrado a las universidades Nacional Pedro Henríquez Ureña y de Alcalá de Henares, así como al Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español, adscrito a la UNPHU, donde se iniciará en este mes de enero un diplomado sobre “Tecnología para la conservación y restauración de estructuras de piedra”.
Para la segunda etapa del proyecto, que incluirá el interior de la Catedral, se presentará al Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial de España un proyecto de Innovación, denominado IBEROEKA, dentro del Programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, a través del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, órgano gestor de IBEROEKA en la República Dominicana.
Valor excepcional. Prieto aseguró que la Catedral de Santo Domingo tiene un valor universal excepcional, porque es importante en la historia de la arquitectura dominicana, en la historia de la arquitectura de España, y de la arquitectura universal.
“Lo he comentado mucho a colegas españoles de que en España se ha descuidado mucho su arquitectura de ultramar. Es decir, la Catedral de Santo Domingo es un ejemplo de arquitectura española del siglo XVI, pero no la ven como tal”.
Según Prieto, en textos de la arquitectura española no aparece la Catedral de Santo Domingo, o solo se hace una mención muy superficial.
“En algunos congresos que hemos participado últimamente en Valencia, España, hemos presentado la obra de fábrica de la Catedral y quedan sorprendidos de que en América se hubiera hecho algo así”.
Sostuvo que la Catedral tiene todas las características de un tardogótico español del siglo XVI, “con toda una serie de soluciones estructurales y una serie de elementos artísticos muy propios de ese período”.
“Es, además, la única Catedral gótica que existe en el Continente Americano y la única iglesia completamente construida así en el Continente americano.
Proyecto innovador. “En la restauración de la Catedral de Santo Domingo se ha venido trabajando por 30 años. En 1983 el arzobispo Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien todavía no era cardenal, creó la Oficina de la Obra y Museos de la Catedral de Santo Domingo para que se ocupara de la investigación, mantenimiento y restauración de la Catedral Primada de América. A su cargo estábamos el arquitecto Eugenio Pérez Montás y yo.
Tan pronto comenzó a operar la Oficina, se inició una serie de acciones que deben realizarse previamente a los trabajos de restauración, entre las que tenemos el inventario de los bienes muebles, el diagnóstico de la edificación, obras de mantenimiento, investigaciones históricas y excavaciones arqueológicas. La arqueología se inició por la zona del presbiterio y luego se hizo en las tres naves, algunas capillas y en el atrio. Estos trabajos fueron recogidos en el libro Arqueología y Antropología Física de la Catedral de Santo Domingo.
Palomas, un serio problema. “Las palomas sí son un serio problema para la Catedral. La palomina, el excremento de estas aves, provoca una reacción química en la piedra y la corroe. Eso sí que hay que controlarlo. Hemos utilizado mallas plásticas que casi no se aprecian, en puntos clave, para que las palomas no se posen. Pero las mallas se van deteriorando y tostando y entonces las palomas las rompen y más bien se guarecen detrás de ellas.
Este proyecto que estamos iniciando lo que contempla es instalar un sistema electrónico antipalomas que las ahuyentan de la Catedral, sin hacerles daño.
En una ocasión le sugerí a un funcionario del Ayuntamiento del Distrito Nacional que no permitieran que la gente alimente a las palomas en la plaza. Me contestó que alimentar a las aves en el entorno de la Catedral ya está prohibido. Pero vemos que en el parque Colón venden maíz para las palomas y llegan personas con comida para alimentarlas. Sería muy importante que las autoridades del Ayuntamiento apliquen las disposiciones ya existentes para controlar esta situación. En Europa ponen altas multas por alimentar a las palomas en los espacios públicos de los centros históricos”.