Tradicionalmente a las personas que tienen piedras en los riñones, se les recomienda tomar hasta ocho vasos de agua al día o disminuir la ingesta de alimentos propensos a producir cálculos en en ese órgano.
Sin embargo, existen algunas condiciones hormonales, como la menopausia, hiperparatiroidismo; metabólicas y desequilibrios óseos, intestinal o renal; así como condiciones ambientales y laborales que pueden causar cálculos en los riñones.
El doctor Wilton José Cabrera, urólogo de Cedimat, afirma que la litotricia es un procedimiento médico para romper los cálculos en las vías urinarias y recomienda que sea realizado con equipos de última generación, manejados por profesionales capacitados.
A la hora de tratar los cálculos difíciles de expulsar espontáneamente o con medicamentos, es indispensable pensar en la mejor opción. Actualmente la ciencia médica brinda distintas opciones y las formas más modernas son las litotricias extracorpórea, endoscópica o percutánea.
La litotricia extracorpórea se realiza sin corte, por ondas ultrasónicas o electroconductivas que disgregan las piedras y las destruyen. Funciona bien cuando la piedra está en el riñón o uréter alto y no es muy grande.
Tratamiento En ese tratamiento se debe elegir el mejor equipo para tener éxito, ya que los de primera y segunda generación pueden requerir más de tres sesiones para deshacer los cálculos; sin embargo, los de tercera y cuarta generación son más avanzados y necesitan de menos sesiones de tratamiento.
La litotricia endoscópica es ideal cuando el cálculo está en el uréter (conducto que une al riñón con la vejiga) y en este procedimiento se ingresa por uretra un equipo con energía neumática o láser para ubicar las piedras y destruirlas, asegura el experto.
Esos equipos son finos y flexibles y no lastiman los tejidos internos de los pacientes, además de que tampoco requieren corte o incisión en la piel.
“En CEDIMAT disponemos de especialistas certificados en cada una de estas técnicas, así como de equipos de última generación”, expresa el especialista.
En la litotricia percutánea se realiza un agujerito de un centímetro por el costado del cuerpo y a la altura de la última costilla, por donde se ingresa un tubo hasta la vía urinaria a través del riñón, para romper la piedra para extraerla.
Decidir cuál es la mejor opción dependerá de la ubicación de la piedra, su tamaño, la dureza de la misma y la anatomía de la persona. Es importante saber que cada cuerpo humano es distinto y si la piedra no puede ser eliminada por una técnica, puede emplearse otra.
Debe tenerse en cuenta que no hay una mejor litotricia, sino un manejo especializado e integrado, que dependiendo de las condiciones de la piedra y del paciente, se empleará una u otra, analiza Cabrera.
Las piedras en los riñones pueden afectar a cualquier persona por factores inevitables, como los hormonales, metabólicos y condiciones ambientales, por lo que se recomienda tomar los ocho vasos de agua que tradicionalmente las personas conocen, insiste.