Esperando a Gerda Taro

Esperando a Gerda Taro

«¡Incierta gloria del corazón y de la guerra cuando tenemos 20 años y la guerra y el corazón son nuevos y están llenos de esperanza Joan Sales

Pasarán años y olvidaremos todo, y lo que hemos vivido nos parecerá un sueño, y será un tiempo del que no convendrá acordarse. Pero algún día estas fotografías habrán de servir para juzgar la barbarie y la crueldad de unos años sangrientos».

Hace unos días leí en Internet las memorias del hijo de un médico húngaro que participó como brigadista en la Guerra Civil española.
Recordé la exposición fotográfica “Más fuerte que la muerte”, realizada en el Archivo General de la Nación en homenaje al exilio español republicano que llegó en 1939-1940, inaugurada el 7 de agosto de 2008.
En aquella época con el coeditor del Departamento de Investigaciones y Publicaciones preparamos el catálogo de la exposición detallada panel por panel.
Dos equipos de Radiotelevisión Española y de la Televisión Francesa nos visitaron, los acompañé a recorrerla, les entregué videos, CD y les regalé pruebas del catálogo pendiente de fondos para ser impreso.
Había un panel titulado “No pasarán”, con fotos del Congreso de Intelectuales antifascistas en Valencia en 1937, Alejo Carpentier, Jacques Roumain y Nicolás Guillén, abajo, como una cinta de filme reproduje fotos extraídas de un álbum de Robert Capa.
Al año del encuentro con los cineastas franceses y españoles uno de ellos me escribió desde Nueva York y me envió el catálogo de una exposición que se acababa de montar en Nueva York con unas fotografías encontradas en México. Más de 3000 negativos tomados por Robert Capa y Gerda Taro de la guerra de España.
Lo que me contó el cineasta francés fue que aquella tira de fotografías y paneles no eran de Capa solamente, sino de su compañera Gerda Taro.
La investigadora alemana Irma Schaber escribió una biografía titulada “Gerda Taro: una fotógrafa revolucionaria en la Guerra Civil Española”, Fernando Olmeda escribió “Gerda Taro, fotógrafa de guerra”, y Susana Fortes escribió “Esperando a Robert Capa”. Los libros, los catálogos de las dos exposiciones con los rollos de fotografías encontrados en México conforman un panorama amplio y rico de la vida de la fotógrafa y de su generación.
Alberto Marín, en un artículo titulado “Las imágenes heridas de Gerda Taro”, publicado en El País el 27 de octubre de 2007 dice: “Era hermosa y osada. Murió a los 27 años haciendo fotos en el frente de Brunete durante la Guerra Civil. Compartió autoría con su compañero, Robert Capa, luego firmó sola y después cayó en el olvido.
Una muestra en Nueva York rescata sus imágenes. La exposición de Gerda Taro tiene lugar en el Internacional Center of Photography de Nueva York hasta el 6 de enero de 2008.
La investigadora alemana Irme Schabe afirma que Gerda Taro es un ejemplo visible de cómo la historia de las mujeres se ha visto generalmente desdibujada y ocultada, hasta el punto de que los tres motivos fundamentales por los que Taro fue tomada en consideración eran: haber vivido y trabajado con un hombre famoso, ser atractiva y la tragedia de su muerte.
Tres elementos que ocultaron todo lo que simbolizó y representó su trabajo como reportera en la Guerra Civil. Fue la primera reportera gráfica de guerra.
Gerda Taro nació con el nombre de Gerta Pohorylle en Stuttgart el 1 de agosto de 1910, en una familia judía de origen polaco. Su juventud estuvo marcada por la exclusión de ser judía. El contexto social y político de Alemania en esos años la hace participar en movimientos juveniles de izquierda que combaten el ascenso del nazismo. Como para muchos otros, la situación en su país tras el ascenso al poder de Hitler provoca su huida hacia París en 1933.
(…) “En realidad nunca pude elegir. No elegí lo que ocurrió en Leipzig, no elegí venir a París, no elegí abandonar a mi familia, a mis hermanos, no elegí enamorarme. Ni siquiera elegí hacer fotos. No elegí nada. Vino lo que vino y le hice frente como pude. (…) el guion me lo escribieron otros. Tengo la sensación de haber vivido siempre a la sombra de alguien”. Susana Fortes : “Esperando a Robert Capa” (Conversación con su amiga Ruth Cerft en París)
En septiembre de 1934 Gerda conoce a André Friedman y desde ese momento hasta 1936 su relación personal y su colaboración profesional irán creciendo. Lo ayuda a vender sus fotografías, él le enseña a hacer fotografía y en 1936, ambos cambian sus nombres originarios por los de Gerda Taro y Robert Capa par vender su obra fotográfica.
(…)”Los primeros reportajes que hace los desarrolla junto a Capa, fotografiaban las mismas situaciones y lugares, ella utilizaba una Rolleiflex y él una Leica, diferencia de formatos (cuadrado y rectangular) que permitió la identificación de las imágenes que hizo una y otro, durante algún tiempo las fotografías de ambos se vendieron y se publicaron bajo la firma común de «Capa», el nombre que habían creado juntos”.
El 9 de agosto de 2017 seguí por Internet el relato de John Kiszely que mostró una vieja imagen de su padre, médico húngaro en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española.
Sin saberlo el exsoldado e historiador británico John Kiszely compartió la última imagen de Gerda Taro. «Mi padre era húngaro y se formó como médico en Budapest. Mientras se especializaba, decidió irse a España con Cruz Roja Internacional y sumarse a las Brigadas Internacionales”.
Cuando su padre falleció, hace 30 años, el británico acudió a una reunión de antiguos miembros de las Brigadas Internacionales. «Uno de los compañeros de mi padre -Reggie Saxton- me entregó la foto, pero no me dijo nada de la mujer que aparece en ella».
En la parte posterior de la foto la definían como «la mujer de Capa».
“Cerro Muriano. 5 de septiembre de 1936. Dos muchachos muy jóvenes…casi dos críos” escribió Clemente Cimorra en una crónica del día, convirtiéndolos sin que ellos lo supieran, en protagonistas de la jornada(…) “sin nada más en las manos que sus máquinas fotográficas, una Leica y una Rolleiflex. Espían los movimientos de un avión que aletea vertical sobre sus cabezas. Él y ella, dos muchachos que ahora me acompañan consiguen sacar las fotos de la propia llama del suceso. Se arrastran por los sitios más batidos por las balas. Esto de la intrepidez periodística no es un mito, créanme. Es la bravura de la juventud generosa que busca el documento”: Susana Fortes: Esperando a Robert Capa.
Eran casi dos críos como escribió Clemente Cimorra. Ochenta años después los dos nos siguen contando una historia en imágenes: la propia y la de su tiempo y saben que comparten la «¡Incierta gloria del corazón y de la guerra cuando tenemos 20 años y la guerra y el corazón son nuevos y están llenos de esperanza!

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