El desempeño de la economía dominicana en el primer trimestre de este año marca una perspectiva alentadora, en momentos en que en el entorno internacional persisten  los factores de perturbación  y organismos como el Fondo Monetario Internacional recetan medidas de previsión ante la crisis.

La estabilidad,  crecimiento económico acorde a las previsiones, un índice de inflación que no alcanzó la unidad en el trimestre y un suministro satisfactorio de  alimentos que garantiza  estabilidad de los precios al consumidor, están entre los elementos que justifican el desempeño medido hasta marzo 31 y que  dominan la perspectiva alentadora para lo que resta del año.

Sin lugar a dudas, este desempeño debe su bonanza a las disposiciones que ha estado adoptando el Banco Central para mantener dentro de topes prudentes factores tan influyentes como el tipo de cambio, los niveles de  reservas en divisas, el índice de precios al consumidor  y las tasas activa y pasiva. Esas disposiciones, además, son las que permiten mantener una proyección positiva de crecimiento económico que se perfila entre las más vigorosas de la región.

Las cifras del primer trimestre indican que ha habido un manejo prudente de la economía y, salvo que contingencias de origen externo aconsejen otra cosa, sería  saludable mantener esta disciplina.

Trabas contra la industria local

El sector industrial identifica entre los obstáculos para su desarrollo las importaciones de bienes que pueden ser adquiridos de productores locales, dificultad de acceso a financiamiento, y un tercer elemento, el monopolio en el transporte de carga, que no se entiende cómo ha sobrevivido a las normas que rigen la economía. La exposición fue hecha por representantes del sector industrial que ayer comparecieron como invitados al almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.

En particular, el monopolio del transporte de carga por uno o varios sindicatos es identificado entre los factores que incrementan los costos de la industria, y por consecuencia, los precios al consumidor o usuario. Que los empresarios estén impedidos de movilizar sus cargas en vehículos propios, es una aberración que no cabe en estos tiempos de liberalización y respeto del derecho de  competencia.