NEW YORK - JANUARY 5: Bernard Madoff (C) walks out from Federal Court after a bail hearing in Manhattan January 5, 2009 in New York City. Madoff is accused of running a $50 billion Ponzi scheme through his investment company. Madoff is free on bail and hasnt formally responded to the charges or entered a plea. Hiroko Masuike/Getty Images/AFP == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==
La mayor trama piramidal en la historia de Wall Street, dirigida por Bernard Madoff, marcó un antes y un después en la historia financiera de Estados Unidos, pues a partir de entonces las autoridades estadounidenses recompensan a los delatores de irregularidades financieras para evitar otro caso similar,
El fraude, que involucró la suma de 64.800 millones de dólares, por la que Madoff fue sentenciado a 150 años, provocó a los inversores unas pérdidas probadas de 17.500 millones de dólares. Los restantes 47.000 millones corresponden a las ganancias ficticias que aparecían en las cuentas que Madoff gestionaba personalmente.
De todo ese dinero, se han recuperado hasta la fecha 13.305 millones. Eso equivale a tres cuartas partes de lo que se daba por perdido, una cantidad considerada excepcional para lo que es habitual en este tipo de estafas, explica una publicación del diario español El País. Agrega que con mucha suerte, en los casos relacionados con tramas piramidales se llega al 30%, pero la mayoría no consigue nada.
Bernard Madoff era un desconocido para el inversor corriente. No en las altas esferas de Wall Street. Entre sus clientes tenía a magnates como Norman Braman o Fred Wilpon, bancos internacionales, organizaciones benéficas y celebridades como Kevin Bacon o Steven Spielberg. La mayoría sabía que todo era demasiado bonito para ser real, porque los retornos desafiaban las leyes de la gravedad. Pero la avaricia les invitó a no cuestionar nada mientras durara.
Madoff reveló su secreto cuando se hizo evidente que no podía restituir las inversiones que le reclamaban los inversores. En ese momento gestionaba 4.800 cuentas. La trama era de gran complejidad. Se nutría de lo que recaudaban fondos terceros entre sus propios clientes. Sus hijos nunca fueron imputados, pese a que participaban en la gestión de la firma. Tampoco su esposa, Ruth. Sí su hermano Peter, que debe cumplir 10 años.
Irving Picard fue el designado para seguir el rastro de los fondos. Su táctica fue ir a por aquellos que alimentaban a Madoff, como el que operaba Ezra Merkin, y que retiraron el dinero antes de que se destapara la trama. También participaron Fairfield Greenwich, el grupo Santander y Tremont Group entre otros. Del total recuperado, se distribuyeron 11.300 millones entre los afectados. El resto está puesto en reserva hasta que se resuelvan las acciones legales pendientes.
El interventor aceptó reclamaciones por valor de 19.000 millones. “Al inicio del proceso, hace 10 años, estábamos decididos a recuperar la mayor cantidad posible. Pero no estábamos seguros de cuánto”, admite. “Es un éxito sin precedentes”, añade. Pero el proceso de liquidar la firma y compensar a los estafados tiene su coste. La factura legal asciende a 1.670 millones, cerca del 10% del dinero que se devolverá a los inversores que confiaron su dinero a Madoff.
La revelación de la estafa, en plena crisis financiera, fue acompañada de duras críticas contra la agencia que protege a los inversores. Para prevenir lapsos similares, la Securities and Exchange Commission creó un programa para recompensar a los delatores de irregularidades o fraudes financieros.