FRANK GRAY
Journal Gazette
La carta de la mujer dio justo en el punto, “si alguien le llama para pedirle que transfiera dinero a República Dominicana, no le mande nada porque son mentirosos y ladrones y no volverás a ver tu dinero jamás”. La carta no estaba firmada, aunque el remitente sí puso su dirección de retorno en el sobre.

La mujer no quería que su nombre fuera usado porque tenía miedo, dijo. Esas personan podrían venir tras ella. Ciertamente, identificarse podría convertirla en una presa más para los desaprensivos. Así que no utilizaremos su nombre.

Alguien la llamó afirmando que representaba a una de las grandes compañías de cereal y diciéndole que había ganado un gran premio. La compañía de cereal estaba regalando dinero para obtener una rebaja en sus impuestos, pero primero los ganadores debían pagar sus propios impuestos o algo y el dinero tenía que ser enviado a una dirección en República Dominicana. La mujer cayó en el engaño.

 Con el tiempo, los estafadores, utilizando un teléfono con un código de área de Nueva York, llamaban a la mujer una y otra vez insultándola y diciéndole que  perdería todo sino seguía sus instrucciones.

Los dependientes del banco comenzaron a mirarla de forma extraña cuando comenzó a hacer grandes retiros de dinero, pero nunca nadie le preguntó qué haría con el dinero y ella tampoco nunca les dijo nada a ellos.

 Los retiros, varios, fueron enviados a República Dominicana y para el momento en que la mujer se dio cuenta de que se trataba de un fraude, ella había enviado un total de US$5 mil (RD$175 mil) a los ladrones. Incluso así, ella estaba demasiado asustada de denunciar a los estafadores que seguían llamándola. Cuando todo había terminado, la mujer escribió una carta al periódico, esperando que se publicara para que otros se enteraran del engaño y no sean estafados. Lo triste es que la mujer no hizo nada más.

Ella nunca llamó a la policía ni a otro organismo, principalmente porque se sentía estúpida y pensó que nadie podía hacer nada. Lo dejó así.

En esencia, los estafadores habían logrado cometer el crimen perfecto robando a alguien y dejándole lo suficientemente asustada como para reportar lo. Las personas pudieran pensar que la denuncia de este tipo de crimen no tiene sentido, ya que  la policía no puede hacer mucho si el ladrón opera desde un teléfono de origen desconocido y el dinero ha sido transferido a alguien que usa un nombre falso desde el extranjero.

Nosotros llamamos al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y los oficiales notaron que una estafa de US$5 mil está por debajo del umbral de casos que dispara las chispas del interés de los fiscales federales. Además, el FBI no tiene jurisdicción en otros países aunque hace trabajos en coordinación con varios.

De todas formas, las personas que han sido estafadas deben denunciarlo a ambos, la policía local y   al Centro de Denuncia de Crímenes en Internet- una dependencia del FIB.

Algunas recomendaciones del FBI

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) recomienda que la mejor estrategia para no caer presa de los estafadores por teléfono es nunca brindar información personal sobre usted mismo a desconocidos.

Esto,  incluyendo los  números de cuentas de bancos, tarjetas de crédito, claves, números de identificación personal o ningún otro tipo de datos sobre usted mismo.

Recuerde que las personas no pueden ganar concursos en los que no han participado y que ningún concurso en el mundo requiere el envío de dinero por adelantado para poder obtener más dinero.

 Además recomiendan a los estadounidenses que  si  resultan  estafado, deben reportarlo a la policía local y también  a través del internet a las instituciones del orden. Sugieren que las víctimas cuenten de lo sucedido a  sus amigos o que lo aborden como si se tratara de un engaño frustrado que  alguien intentó en su contra  (no tiene que reconocer que le estafaron si le da vergüenza).

 Reportar un robo en la página de internet de los organismos federales de Estados Unidos puede marcar la diferencia para otras víctimas del mismo crimen que lo reporten.

Si el suficiente número de víctimas hace la denuncia, llamará la atención de los investigadores, según fuimos informados por el FBI.

La realidad es, sin embargo, que la estafa es una forma bastante segura de ganarse la vida, ya que la mayoría de las personas que resultan afectadas quedan muy asustadas y sienten demasiado vergüenza como para hacer la denuncia.

Traducción: Carmen Matos.