El Gobierno anunció una nueva metodología oficial para la estimación del déficit habitacional, la cual contribuirá al diseño y al perfeccionamiento de la política pública habitacional, de dotar a la población de una vivienda digna.
Este proceso oficializará los lineamientos metodológicos conceptuales y operativos para la determinación de los requerimientos para construir nuevas viviendas y reparar las que requieran ser mejoradas.
Por esta razón, la nueva metodología se basa en los factores cuantitativos y cualitativos. Lo cualitativo se refiere a la calidad de los materiales de construcción (pisos, paredes y techos) y al acceso a servicios de agua, luz, inodoro y sistema de eliminación de las aguas residuales, y otros servicios.
Mientras que la dimensión cuantitativa se refiere a las viviendas que son necesarias construir para reponer las que están en tan malas condiciones, que no pueden ser reparadas, además de las que harían falta edificar para solucionar el total demandado por núcleos familiares secundarios con evidencia de que en verdad requieren de una vivienda propia.
En la nueva metodología oficial se concluyó en que el déficit habitacional, identificado como “las necesidades habitacionales insatisfechas”, se convierte en un fenómeno multidimensional, razón por la cual no basta aproximarse a la cantidad de viviendas que sea necesario construir. En ese sentido, establece que el concepto debe encaminarse hacia una medición integral, “que tenga en cuenta el delicado equilibrio entre las familias y las viviendas”.
La comisión que diseñó este nuevo procedimiento la integraron el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el Viceministerio de Hábitat y Desarrollo Local de la Presidencia, el Instituto Nacional de la Vivienda y el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales. En las sesiones de trabajo de la comisión participaron organizaciones de la sociedad civil (Oxfam y Ciudad Alternativa).