Estrés térmico, cuando el calor nos afecta

Estrés térmico, cuando el calor nos afecta

Vivimos en un país tropical, en el Caribe. Un paraíso para muchos donde nos hemos adaptado a los pocos cambios que presentan las estaciones del año. Estamos acostumbrados al calor y esto puede ser peligroso.
Podemos decir que vivimos en un verano permanente y solo cuando se acerca el invierno del hemisferio norte es que podemos disfrutar de temperaturas más frescas, pero todo está cambiando y cada año se supera el récord de la temperatura ambiental máxima.
Exponerse a temperaturas calurosas aumenta el riesgo de sufrir estrés térmico o sobrecarga térmica, la sensación térmica muchas veces supera la temperatura máxima ambiental de los pronósticos meteorológicos.
El calor al que una persona se expone bajo ciertas condiciones ambientales, el tipo de vestimenta que usa, la actividad física que realiza y sus efectos ante la respuesta fisiológica individual para que su cuerpo ajuste la tempera ante una sobrecarga térmica en un ambiente muy caluroso es lo que se conoce como estrés térmico.
Trabajar o realizar actividades físicas en un ambiente caluroso puede tener efectos negativos para nuestra salud, como son deshidratación, cansancio, desmayos, pérdida de consciencia, síncope e hipertermia, entre otros. Debemos evaluar las tareas que realicemos teniendo en cuenta los efectos del calor.
Existen muchos factores que pueden afectar negativamente nuestra respuesta a los cambios bruscos de temperatura o a la sobreexposición prolongada a las altas temperaturas. Dependiendo de la hora del día a las que realice actividades al aire libre, puede tener riesgos adicionales, como la exposición a los rayos ultravioleta del sol, por lo cual la ropa que se utilice, además de ser fresca, debe protegernos los rayos UV; debe permitir la libre transpiración. Algunas vestimentas están diseñada solo para actividades acuáticas.

Cada uno tiene un factor de riesgo diferente. Dependiendo de la edad, sexo y peso corporal es de esperarse una respuesta térmica diferente.
El sobrepeso es un factor de riesgo para muchas personas. Un sistema cardiovascular, respiratorio y de sudoración sano reduce el riesgo de sufrir los efectos del estrés térmico.

Otros factores de salud pueden aumentar el riesgo. Las personas que deben medicarse tienen que preguntar a su médico los efectos del medicamento ante una sobrecarga térmica.
Otras sustancias, como el alcohol y la cafeína, provocan una respuesta no deseada de nuestro sistema interno. La deshidratación puede provocar un desbalance electrolítico de nuestro sistema.

Si trabaja en un espacio caluroso, donde incluso algunos equipos pueden incrementar el calor ambiental, se debe considerar la climatización del espacio.
La ventilación natural o el uso de aire acondicionado y de ventiladores nos ayuda a mantener la temperatura adecuada del cuerpo, recordando siempre evitar los cambios bruscos de temperatura.

Para reducir los efectos del sofocante calor, es de suma importancia mantener un buen estado de salud, mantenernos bien hidratados, utilizar la ropa adecuada, un buen sistema de climatización y realizar nuestras actividades en zonas y horarios de mayor frescura.

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